© FERNANDO JUNCO HO4085 Fernando Hierro

El exmadridista se convierte en el primer embajador del mundo del fútbol de una prestigiosa colección numismática en oro y plata

Fernando Hierro y Fani Stipkovic posan juntos por primera vez y nos cuentan su aventura mexicana

‘Fernando tiene todas esas cualidades que enamoran y por las que quieres a una persona’, nos confiesa la periodista croata

Un corazón de oro. Y ese brilló la cegó. O le abrió los ojos. Como queramos verlo. Pero Fani Stipkovic se enamoró perdidamente de él. No sabía, sin embargo, si era el mejor momento... Ella estaba a punto de dar un gran empujón a su carrera como periodista. Él, se cumplían dos años desde su separación y, quizá, no era momento para una relación seria y estable. Pero Fernando Hierro le demostró que sí. Que lo era. Y ella vio en él todas las cualidades por las que una mujer puede enamorarse de un hombre. Era puro y sencillo. Y apoyaba su crecimiento profesional. Podían ser el yin y el yang en cuanto a caracteres, pero encajaban a la perfección. Sus debilidades los fortalecían. Nos lo contaban ambos en una noche muy especial para el futbolista. Se convertía en el primer embajador del deporte rey en las colecciones de monedas de la empresa líder del sector de los metales preciosos Rosland Capital.

©FERNANDO JUNCO

Su efigie, la de uno de los futbolistas más reconocidos y condecorados de la historia, con cinco Ligas y tres Champions League en sus zapatillas, se ha bruñido en plata y oro, como anteriormente había ocurrido con la de Michael Schumacher o Ayrton Senna. Y el acontecimiento tenía lugar gracias a su diosa, la modelo y periodista croata, y delante de otra no menos importante en su vida, Cibeles, el emblemático escenario en el que Fernando Hierro celebró tantas alegrías junto a los aficionados del Real Madrid. Hoy, esta leyenda del fútbol ha emprendido una nueva vida a miles de kilómetros. Hace unas semanas, se convirtió en director deportivo del Chivas de Guadalajara, uno de los dos grandes equipos mexicanos, el único del país que juega con futbolistas exclusivamente de la tierra, esa en la que ahora quiere echar raíces. En Nochevieja, Fani emprenderá el viaje junto a él. El 2023 será un nuevo comienzo para ambos. Juntos.­

—Antes que nada, enhorabuena, Fernando. Menuda satisfacción debe de darle a uno encontrarse en una moneda de oro, ¿no?

—Es increíble. Por eso, mi más sincero agradecimiento a Roland Sport, que me ha dado la posibilidad de ser su primer embajador del fútbol. Estoy encantado, feliz, satisfecho... Es un orgullo porque vienen de acuñar estar monedas con leyendas de la Formula 1, de la Davis Cup... Así que ser su primer embajador futbolista es algo que no había ni soñado. Cuando me llamaron, no me lo creía. Y ahora, cuando veo el resultado, no puede ser más bonito. Porque está hecho con el alma. Con el corazón. Detrás de estas monedas está toda mi vida deportiva, pero también mi familia, mis seres queridos, mi gente... Esta moneda es suya también. De todos los que me han ayudado en estos cincuenta y cuatro años.

“Vivimos un momento muy feliz. Los dos nos complementamos a la perfección. Tenemos nuestras diferencias, pero somos un equipo estupendo”, declara Fani Stipkovic
©@alvroruiz
El futbolista estuvo arropado por el cariño de numerosos amigos y compañeros que no faltaron a la cita. Desde su hijo, el también futbolista Álvaro Ruiz, a quien podemos ver sobre estas líneas, al entrenador Vicente del Bosque, pasando por los míticos Rafa Alkorta, Chendo, Camacho y el portugués Luis Figo.

—¿Cincuenta y cuatro años? No doy crédito.

—Son los que tengo (risas).

Fani Stipkovic.—Está tan joven gracias a mí (risas). Ese es el secreto. Yo he cambiado el orden de los dígitos. Ahora parece que tiene cuarenta y cinco años.

FERNANDO HIERRO.—Y, por supuesto, Fani. Evidentemente, sin ella jamás esto hubiera sido posible. Fani ha sido el alma mater de todo. Ella ha estado al frente del proyecto mañana, tarde y noche. Para que hoy todos estemos aquí, ha estado meses sin dormir.­

—Podéis respirar tranquilos, porque la fiesta es un éxito.

F.S.—Es fruto de un trabajo en equipo. Nos complementamos muy bien.

F.H.—Pero ella es la artífice. Esta moneda se la debo a ella.

F.S.—Me vas a hacer llorar (a Fernando). Tiene un corazón de oro. Él representa todas las cualidades de una acción tan prestigiosa como esta. No solo por su trayectoria, que ha sido impecable e impresionante, sino porque todo lo ha hecho con su esfuerzo. Muy poca gente sabe que, con diecinueve años, trabajaba como mecánico... Y para conseguir lo que él ha logrado hay que dedicar mucho esfuerzo, tener mucha motivación, mucha cabeza... Muchas cualidades que él sigue manteniendo sin haber perdido la esencia, ni la humildad, ni la bondad... Yo soy su fan número uno. Y como me siento tan orgullosa, para mí es fácil trabajar con él. Es un profesional y yo solo tenía que poner mi pasión por mi trabajo para que saliera a la luz.

“En una pareja, la mujer, aparte de ser una compañera de vida, debe de mantener su identidad, su base, su esencia. Y mi trabajo me da la felicidad. Que Fernando respetara eso fue una de las cosas que más me gustaron de él”, cuenta la periodista

—Y si a todo eso, le sumas el amor...

F.S.—Es más fácil (risas). Creo que vivimos un momento muy feliz. Los dos nos complementamos a la perfección. Tenemos nuestras diferencias, es normal, pero somos un equipo estupendo que utiliza esas diferencias para ir a mejor y hacia adelante. Para crecer. Tenemos nuestro trabajo y el tiempo que pasamos juntos es de calidad y, también, muy productivo.

F.H.—No nos aburrimos (risas). Yo soy más tranquilo. Fani es más intensa.

F.S.—Yo soy la parte explosiva, sí. Por mi sangre balcánica. Yo... echo fuego (risas). Fernando es la calma. Está bien esa mezcla. También, que pertenezcamos a generaciones diferentes. Él me da estabilidad y tranquilidad. Yo le doy vidilla.

©FERNANDO JUNCO

—Sin embargo, ahora vais a poner un océano entre los dos. ¿Cómo lo vais a salvar?

F.S.—Fernando ya está allí. Mi primera experiencia mexicana será en diciembre. Para Nochevieja.

—Pero ¿te irás para allá? ¿Viviréis entre México y España? ¿Cuál es vuestra intención?

F.S.—Mira, la vida es muy corta... Yo me acostumbré, desde los dieciocho años, a viajar y a trabajar por todo el mundo y...

—Pero no te pega nada, Fani, dejarlo todo y seguir a tu pareja...

—(Risas). No, no me pega nada. Creo que, en una pareja, la mujer, aparte de ser una compañera de vida, debe mantener su identidad. Es muy importante que yo no pierda mi base, mi esencia, y el trabajo a mí me da la felicidad. Trabajo como periodista, como productora de televisión, en gestión de comunicación para empresas internacionales, y eso mismo espero poder seguir haciéndolo ya sea aquí, en México, donde Dios nos lleve. Que Fernando respetara eso fue una de las cosas que más me gustaron de él.

“Sin Fani jamás habría sido posible. Fani ha sido el alma mater de todo. Ella ha estado al frente del proyecto mañana, tarde y noche”, asegura orgulloso Fernando Hierro

—¿Y qué más?

—Honestamente, y no lo he contado nunca, cuando nos conocimos, tenía una oferta para trabajar en Londres. Ya lo tenía todo atado, pero... nos encontramos. Él se había separado... Yo quería algo sólido. Estábamos en puntos diferentes... Pero me di cuenta de que nunca había conocido a una persona tan buena como él. Fernando es demasiado bueno. Tiene todas esas cosas que enamoran y por las que quieres a una persona. En este mundo te puedes encontrar con muchas personas, pero como él no hay ninguna otra. Es puro. Ni su trabajo, ni su fama, nada lo ha ensuciado. Y eso me impresiona. Aprendo de él cada día. Fernando es alguien que me da alas en vez de cortármelas. Me deja volar.

©@fanistipkovic
El futbolista y la periodista comparten una gran pasión: el deporte. Stipkovic, que habla a la perfección cuatro idiomas, era una de las caras más conocidas de la televisión de su país en la retransmisión de eventos deportivos internacionales

—Decía Fernando que este proyecto tan especial te lo debe a ti, pero también su familia. ¿Cómo te llevas con sus hijos?

—Muy bien. Me encantan. Son unos niños preciosos. Los veo como amigos. No los veo como sus hijos.

—¿Querrás ser madre con él?

—Es un deseo natural que tenemos los dos. Pero que ocurra cuando tenga que pasar. En la vida no es bueno forzar nada ni sentirse presionado. Creo que esas son cosas que hay que dejar en manos de Dios.

—Bueno, si te apetece, podemos celebrar la boda en ¡HOLA!

—(Risas). Me encantará.


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