© GTres Laura Ponte

Laura Ponte, confesiones tras perder la visión de un ojo: ‘Se me ha puesto blanco y parece una perla. Mis hijos dicen que parezco un cíborg’

La exmodelo acudió el pasado 24 de junio a urgencias por una perforación en la córnea

Por muchos obstáculos que se encuentre, Laura Ponte siempre sonríe a la vida. Así se lo vuelve a demostrar a ¡HOLA!, después de que fuera operada de urgencia, el 24 de junio, por una perforación en la córnea de un ojo. “La cosa parece más terrible de lo que es”, afirma la exmodelo. Trata de restarle importancia a lo sucedido, aunque no sabe si recuperará la visión de su ojo.

©Hola

—¿Qué ha ocurrido, Laura?

—Me operaron de urgencia porque tenía un agujero grande en la córnea. Mi ojo estaba bastante mal por herpes consecutivos. Como tenía la córnea muy finita, ya sabía que necesitaba un trasplante en algún momento, pero tuve otro herpes y todo lo que era la herida se me hizo agujero. Me tuvieron que operar de urgencia… Pero hicieron un trabajo maravilloso en el hospital La Paz.

—Dicen que podrías haber perdido la visión, ¿es así?

—Ahora sí. Ahora no veo porque se me ha puesto el ojo blanco. Dicho así… Pero me han tapado el agujero.

—¿Está completamente blanco?

—Sí, parece una perla. Es como cuando la gente pierde el ojo y se le queda todo blanco. Así estoy. Parezco tuerta. Ahora hay que esperar a que el ojo se calme y el herpes remita. Me tienen que hacer un trasplante.

“¿Para qué estar mal? Esto es una cosa puramente esté­tica. Hay cosas peores: está ardiendo la mitad de España, hay una guerra cerca… Eso sí es grave. Esto es una chorrada”

—¿Un trasplante de córnea?

—Sí, en cuatro o seis meses. Me han dicho que cuanto más esperemos, mejor, que el ojo estará más tranquilo. Me preguntaron si me molestaba por estética, pero dije que no. Cuando se pueda, se podrá. No me agobia nada.

—Vaya susto, aunque digas que no es grave.

—Es como los herpes de la boca, que siempre están ahí. Pues yo lo tenía en la córnea. Lo que pasa es que llevo veinte años así y la mía, la pobrecita, no ha dado más de sí. Llevaba años esperando a que avanzase la medicina y me daba miedo tener un rechazo, como cualquier trasplante… Hasta que ha pasado lo que ha pasado.

“Como si me echaran tinta en el ojo”

—¿Cómo supiste que se te había perforado la córnea?

Me levanté fatal y pensé: “Otra vez el ojo”. Me metí en la ducha y, de repente, noté como si me hubieran echado tinta en el ojo. Entonces, me fui al hospital.

—Entonces, ¿no veías?

—Sí, como si estuviese todo negro, como si me hubieran echado tinta. ¿Sabes lo que pasa? Como es una cosa que se ve… En otro órgano no se ve, pero aquí sí se ve. Hay miles de cosas mucho más graves que esto.

—¿Ahora estás siguiendo algún tratamiento?

—Sí. Estoy con pastillas, gotas… De todo (ríe).

©DARÍO ARANYO

—En casa se habrán preocupado mucho por ti.

—Mis hijos son muy monos… Dicen que estoy muy guapa y que parezco un cíborg. Ahora tengo que hacer vida tranquila. Es verdad que estaba muy cansada, porque llevaba una racha de trabajo por decir “sí” a todo…

—Como diseñas trajes de novia, se te acumularía el trabajo. Tras dos años sin casi bodas por la pandemia…

—Estas cosas siempre pasan por algo. Es un toque de atención del cuerpo, que te dice “cuídate” y “descansa”.

—Este año no podrás irte de vacaciones…

—Sí, de provincia a provincia. Ahora me voy a Guadalajara y acabo de estar en Asturias. Lo que tengo que hacer es llevar una vida sana, descansar y no hacer esfuerzos.

—Lo que transmites es optimismo, que no lo pierdes.

—(Ríe). Desde luego. No puedo hacer nada… ¿Para qué estar mal? Esto es una cosa puramente estética. Bueno, también de defensas. Pero hay cosas peores: está ardiendo la mitad de España, hay una guerra cerca… Eso sí es grave. Esto es una chorrada.


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