David Bustamante recuerda perfectamente qué hizo con su primer sueldo como trabajador de la construcción. “Con mi primer trabajo en la construcción gané 80.000 pesetas y me gasté 90.000 en una pulsera para mi madre”, nos revela en la segunda parte de sus memorias. “Era un pésimo economista. Ya debía 10.000 para el mes siguiente”, añade entre risas. “Y con mi primer sueldo de Operación Triunfo les compré una casa a mis padres. Soy el mayor de tres hermanos y cuido mucho de ellos porque se han matado trabajando para nosotros”.

Veinte años después, Bustamante es uno de los cantantes más exitosos y populares de nuestro país. “¿En qué te has gastado tu último sueldo?”, le preguntamos. “En mi nueva casa. Está todo aquí” , dice el artista, que acaba de mudarse junto a su novia, la bailarina Yana Olina, a su nuevo hogar, una casa moderna y confortable a las afueras de Madrid. “Ahora tengo a mi madre aquí. Ella nos ha ayudado a decorarla. Es una gran madre y una buena suegra. Yana y ella se llevan muy bien. Y como la casa es grande, si no queremos, no nos vemos”.

“Soy feliz con esta casa, en la que espero poder recibir a mis amigos para disfrutar, vivir con música, una buena comida, un buen vino, una buena conversación”, dice el cantante. Su nuevo hogar cuenta con casi 300 metros cuadrados que están divididos en tres plantas: cinco dormitorios, cuatros cuartos de baño y una amplia zona ajardinada con una piscina (con cascada incluida). La casa está ubicada en urbanización de lujo recién construida que cuenta con zonas comunes en la que hay pistas de pádel, gimnasio, piscina, sala social y áreas infantiles.

Pese a la fama y el éxito, David nunca olvida su vida anterior, cuando era un joven obrero que vivía con sus padres en un pequeño piso en San Vicente de la Barquera. “¿Y sabes por qué no la olvido? Porque no me he separado de ella”, responde. “ Vuelvo al pueblo todo el rato y sigo teniendo los mismos amigos de siempre . Sigo haciendo los mismos chascarrillos, las mismas tonterías… Está tan presente mi anterior vida, porque sigue siendo la actual. Cuando se apagan los focos, esa sigue siendo mi vida. Estos últimos veinte años han sido tan apasionantes que se han pasado muy rápido. Así que mi vida anterior sigue muy presente. Es la misma que tengo ahora, con la diferencia que me dedico a lo que me gusta, a mi vocación, que es la música”.