Los aires de grandeza de Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el Pequeño Nicolás, soplan hoy con menos fuerza que nunca. Después de ser condenado a un año y nueve meses de prisión por falsificar un DNI para que uno de sus amigos hiciese la Selectividad, ahora la Audiencia Provincial de Madrid le ha sentenciado a tres años de cárcel por haberse hecho pasar por un cargo relacionado con la Vicepresidencia del Gobierno y la Casa Real durante un encuentro con un empresario en Ribadeo en agosto de 2014.
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En concreto, la Sección 17 de la Audiencia Provincial de Madrid ha impuesto a Francisco Nicolás una pena de 9 meses de prisión como autor de un delito de usurpación de funciones públicas con las atenuantes de anomalía psíquica y dilaciones indebidas, y de otros 2 años y 3 meses de cárcel por cohecho activo, apreciando las mismas atenuantes.
La Audiencia Provincial de Madrid también le impone el abono de un tercio de las costas procesales causadas en el procedimiento, aunque ha sido absuelto de los delitos de falsedad y de malversación de caudales públicos de los que también le acusaba la Fiscalía, que pedía para él siete años de cárcel.
Durante la celebración del juicio, el pequeño Nicolás sostuvo que su objetivo no era fingir que era una autoridad oficial, sino aparentar que era "una persona importante". "Simplemente, lo que yo quería era tirarme el pisto con el empresario y hacer un viaje pomposo. Porque con la edad que yo tenía y mi inmadurez, lo que yo quería era asemejarme a los mayores y tener más poder, por así decirlo, creerme poderoso. Pedí que fuera un viaje que pareciera que yo era una persona importante. Ese fue mi motivo. Yo quería parecer una persona importante, nunca una autoridad" declaraba el ahora condenado.
La sentencia declara probado que Francisco Nicolás Gómez Iglesias "padece un trastorno de la personalidad con características narcisistas y de rasgos inmaduros, así como un trastorno adaptativo con sintomatología ansioso-depresiva, situación que le condiciona la percepción de la realidad, limitando levemente sus facultades cognitivas".
Su abogado, Manuel Marchena, ya ha anunciado a Efe que recurrirá la sentencia ante el Tribunal Supremo, mientras que el letrado de la acusación popular por parte de la Asociación Municipal Unificada de Madrid (APMU), Alejandro Barciela, ha manifestado también a su satisfacción por haber conseguido que se le condene por usurpación de funciones y también al pago de costas.
Junto al pequeño Nicolás fueron también juzgados dos policías municipales que le acompañaron en su viaje a Ribadeo. El cabo de la Policía Municipal de Madrid Jorge G.H., ha sido condenado a tres años de cárcel por cohecho activo, así como al pago de una octava parte de las costas, mientras que el policía municipal de Torrijos (Toledo) Carlos P.L.D., ha sido absuelto de todas las acusaciones.