Los taxis de Londres llegan a Shanghái... 'bañados en oro'

Como el Big Ben, los taxis de Londres son ya un símbolo de la capital británica. Cuando su fabricante, la London Taxi Company, se fue a la quiebra en el año 2012, la Geely Automotive china vino a su rescate desembolsando alrededor de 15 millones de euros. Parte del plan de Geely para ampliar el mercado de estos singulares taxis ha sido llevarlos a otros lugares como Australia o Shanghái. En esta ciudad china ya pueden verse circulando 50 taxis y otros 150 entrarán en servicio en los próximos meses. La particularidad de estos vehículos, fabricados en las afueras de Shanghai y operados por la compañía Qiang Sheng Taxis, es que, a diferencia de sus "hermanos" ingleses, son de color dorado. Equipados con un motor diésel de 2,5 litros y con servicio de Wi-Fi, pueden llevar a cuatro personas en su cómodo y espacioso interior. ¿Su precio? 19 yenes (0.14 euros) por los primeros tres kilómetros de recorrido -cinco yenes más que el precio de un taxi normal- y 2,6 yenes por cada kilómetro adicional. Para poder hacer uso de uno de estos taxis dorados hay que reservar con un día de antelación.