Imponente caserón de piedra construido en el siglo XVIII y cuya fachada está presidida por el escudo de los Duasos. Fue propiedad del monasterio de San Victorián y ha sido restaurado con esmero recientemente otorgándole un elegante carácer rústico. Se emplaza en una finca de 90 hectáreas con bosques de pinos y robles próxima al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Una sinuosa escalera comunica las diferentes plantas de este señorial alojamiento, que ofrece nueve habitaciones decoradas de forma individual y dotadas de suelo radiante, cama de gran tamaño, edredones nórdicos, terraza en algunos casos y vistas espectaculares del valle del río Ara. En el antiguo pajar se ubica el comedor, donde se ofrece un menú basado en productos locales, como el ternasco, las verduras y los buenos vinos de Somontano.

Instalaciones:

Salón con chimenea, salón-bar, rincón de lectura, porche y jardines

Alrededores:

Aínsa (21 kms.), Cañón de Añisclo (25 kms.), Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (25 kms.) y Parque Natural de los Cañones y Sierra de Guara (40 kms.)