Lo que en un principio podía parecer una visita más en su agenda oficial, se convirtió en un día inolvidable no sólo para los duques de Cambridge, sino para todos y cada uno de los niños que vieron relizado su sueño al conocerles en persona. Una vez más, y en su deseo de transmitir la cercanía y empatía que les caracteriza, Guillermo y Catherine se mostraron más espontáneos que nunca y llevaron la alegría y la ilusión a la nueva unidad sanitaria del Hospital Royal Marsden en Surrey (Londres), destinada a los niños enfermos de cáncer.
Debido al significado tan especial que tenía esta visita para el príncipe Guillermo, no le importó no haber dormido la noche anterior por encontrarse en una misión de rescate como piloto de la RAF, y a primera hora de la mañana acudió a recoger a su esposa para llegar juntos al centro hospitalario. La multitud que se congregó en los alredores para verles no dejó de vitorearles y aplaudirles y muchos se quedaron atónitos al ver que la pareja se acercó a saludarles personalmente. De hecho, fue la duquesa de Cambridge la que habló y dio la mano a algunos de los niños que no podían creerse que estuvieran viendo a los príncipes de sus cuentos de hadas en carne y hueso.
Digby Davidson, Fabian Bate, Ellis Andrews... Todos estos niños han podido salir adelante gracias a los avances del hospital, que ha sido noticia en más de una ocasión debido a que fue el centro donde en debutó en solitario como princesa de Inglaterra en el año 1982 y desde entonces recibió su apoyo incondicional, convirtiéndose en su presidenta de honor desde 1989 hasta su muerte en 1997. Por todo ello, el hospital Royal Marsden ocupa un lugar muy especial en el corazón de Guillermo, que desde mayo de 2007 tomó el relevo del cargo de su madre.
Sin embargo, uno de los reencuentros más esperados fue el del hijo del príncipe Carlos de Inglaterra con Alice Marples, la niña que hace dos años le realizó una entrañable entrevista para la BBC. Guillermo ha seguido sus progresos desde entonces y se alegró mucho cuando recibió la noticia de que iba a viajar a Estados Unidos para someterse a un pionero tratamiento de radioterapia para luchar contra el tumor cerebral con el que lleva luchando durante ocho años. Emocionada y algo tímida, Alice regaló a la duquesa un bonito ramo de rosas blancas y confesó que no se había perdido su boda: "El vestido de Catherine era increíble y ella estaba tan hermosa", y añadió: "Son encantadores y me haría mucha ilusión volver a verles".
Según algunos de los familiares que pudieron charlar con los duques de Cambridge, Guillermo se mostró encantador y muy bromista, mientras que Catherine no dejó de interesarse por sus progresos y de hacer pregunas. De hecho, uno de los niños se quedó encantado con la duquesa y le pidió que visitara su blog personal y que le dejara un mensaje escrito por ella misma, algo a lo que ella accedió sin pensárselo dos veces. En su afán por ejercer a la perfección su nuevo papel en la Familia Real británica, la esposa del príncipe Guillermo continúa con sus cursos de formación. Una fuente del palacio de St James aseguró hace unos días que con estas clases particulares se fortalecerán los conocimientos de la duquesa en arte, medios de comunicación y gobierno. De hecho, comentan que Catherine visitó la National Portrait Gallery de Londres para entender su funcionamiento y organización.
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