Holanda es más rusa desde la semana pasada. Ahora los holandeses tienen también al alcance de su mano, además de la ensaladilla rusa, del filete ruso, de la montaña rusa y de la ruleta rusa, sus obras de arte. La Reina de los Países Bajos y el Presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, fueron los encargados de inaugurar el pasado viernes por la tarde el Museo Hermitage de Ámsterdam, una filial del conocido museo de San Petersburgo. Los Príncipes de Orange también estuvieron presentes en la ceremonia y la princesa Máxima, que se vistió para la ocasión con intención, hizo un homenaje a la época de los zares con un bolero de pelo azul y moño con ondas retro.
El Hermitage de Ámsterdam, que albergará de forma periódica colecciones del Hermitage de San Petersburgo y de otros museos de Rusia, ha comenzado su andadura con la exposición titulada En la corte rusa: Palacio y protocolo en el siglo XIX. Esta muestra inaugural reúne más de 1.800 objetos que reviven la vida de la corte de los Zares y tiene como piezas estrella el trono de los Romanov, diversas joyas de Fabergé, vestidos de gala, cuberterías y vajillas y el piano de la última Zarina.
El Museo se ubica en un monumental edificio del siglo XVII, llamado Amstelhof. Un antiguo asilo del que conserva la fachada y que, a su vez, está dotado de un interior ultramoderno. Cuenta con una superficie de 9.000 metros cuadrados donde, además del museo, se encuentra un restaurante, tiendas y el Hermitage Infantil.
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