Las mil caras de la princesa Isabella de Dinamarca

Cariñosa, alegre, juguetona, traviesa o enfadada, se ha convertido en la debilidad de su familia

Por hola.com

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No tiene que hacer demasiados esfuerzos para conquistar a los reporteros en los posados fotográficos oficiales. Su espontaneidad y simpatía hacen que todo el mundo se rinda ante esta preciosa niña. A sus tres años, la princesa Isabella ya es una coqueta 'señorita' y se ha convertido en la debilidad de la Familia Real danesa.

Así lo hemos comprobado durante su estancia en el palacio de Graasten, en la península danesa de Jutlandia, donde todos se han reunido para iniciar sus vacaciones estivales protagonizando el tradicional posado. Es evidente la complicidad que existe entre la princesa Mary de Dinamarca y su hija pequeña.

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Esta misma semana podíamos ver cómo la esposa de Federico de Dinamarca se dejaba mimar por su 'princesita', que protagonizó entrañables imágenes. Aunque como la niña que es, fue capaz de pasar del mejor humor al más terrible enfado que expresó con gestos de fastidio infantil, como puedan ser amenazar con el dedo o sacar la lengua a los reporteros apostados a las puertas de la residencia que estos días ocupa la Familia Real danesa. Quien tuvo un comportamiento ejemplar fue su hermano mayor, el príncipe Christian, de cinco años, que en todo momento estuvo de lo más formal y obedeció sin rechistar las indicaciones de sus padres.