Mary de Dinamarca es para el mundo una Princesa Heredera, pero para sus hijos, los príncipes Christian e Isabella, es simplemente una madre. Una madre trabajadora con una agenda muy apretada, pero también una de esas que aprovechan un hueco libre para disfrutar del ocio juntos. Una de esas divertidas ocasiones tuvo lugar el pasado fin de semana cuando llevó a sus dos hijos a disfrutar de una tarde en el circo, coincidiendo con la primera función del Cirkus Summarum en Copenhague. Uno de los espectáculos circenses más populares del país y en el que actúan algunos de los personajes más populares de los programas infantiles de la televisión danesa, como el oso Bruno, Osito y Pollo, que cuentan cada uno con sus seguidores entre los más pequeños.
El príncipe Christian, que como su hermana y su madre lució un atuendo veraniego, acorde con las altas temperaturas que se están registrando en Dinamarca estos días, demostró sus tempranas dotes diplomáticas y no quiso decantarse por ninguno cuando fue preguntado por los periodistas. "¡Todos son igual de buenos!", dijo sonriendo, mientras su madre añadía que tanto su hijo mayor como su hermana, la princesa Isabella, tenían mucha ilusión por poder disfrutar de una tarde en el circo. Divertida... y accidentada.
No es tan frecuente ver a las Princesas en actitud maternal como vimos esta vez a Mary de Dinamarca, pero las necesidades de un hijo son siempre fuerza mayor. La princesa Isabella necesitó del abrazo y del consuelo materno después de haberse golpeado el brazo jugando en un castillo hinchable. La Princesa acudió rápidamente a su rescate y tomó en brazos a la niña para tranquilizarla. Ningún remedio es mejor que los cuidados de una madre: la pequeña volvió a jugar con su hermano, el príncipe Christian, en un santiamén y a seguir disfrutando de un fin de semana en familia. Amor grande, amor de madre.
