A las tres y media de la tarde, horas después de que la reina de Dinamarca fijara la fecha de boda de su hijo, el [príncipe Federico] y su prometida, Mary Donaldson, para el próximo 14 de mayo, la feliz pareja recibió a los medios de comunicación en el palacio de Fredensborg, su futuro hogar. Deseosos de escuchar la voz de Mary Elisabeth, así como de medir su fluidez con el danés y su personalidad a la hora de responder, la inmensa mayoría de las preguntas recayeron, tal y como se esperaba, sobre ella.
¿Qué puede aportar usted a la monarquía danesa? Es mi primer día en el papel. Me quedan muchas cosas que aprender y experimentar.
¿Dinamarca la ha recibido bien? Sí. He tenido una bienvenida muy cálida. Cuando llegué a este país no sabía demasiado sobre Dinamarca. Sabía, claro, que era un país de bicicletas, que un arquitecto danés había construido la ópera de Sydney" y conocía a H. C. Andersen... Hay muchas similitudes entre Dinamarca y Australia, no he notado demasiada diferencia en los hábitos de la gente. Además, aunque el invierno es demasiado largo, Dinamarca es un país muy bonito ".
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