El orgullo de los reyes Abdalá y Rania

Los soberanos presidieron la entrega de los premios nacionales en el monumental conjunto arquitectónico del Anfiteatro romano de Ammán. Una ceremonia con la que rindieron homenaje a los diez jordanos galardonados con el Ahel Al Himmeh en reconocimiento a sus esfuerzos por favorecer un cambio positivo en Jordania

Por hola.com

 
Abdalá y Rania de Jordania, durante la entrega de los premios nacionales

 Al igual que el orgullo de los padres son sus hijos, el de los Reyes es su reino; el progreso de sus ciudadanos y su contribución a un mundo mejor. Abdalá y Rania de Jordania tenían razones para enorgullecerse: diez meritorias obras con nacionalidad jordana. Así, con el mismo deleite del progenitor que presencia los avances de sus descendientes, los soberanos asistieron el pasado domingo en el monumental conjunto arquitectónico del Anfiteatro romano de Ammán a la celebración de la entrega de los premios nacionales. Una impresionante ceremonia con la que los soberanos rindieron homenaje a los diez jordanos galardonados con el Ahel Al Himmeh en reconocimiento a sus esfuerzos por favorecer un cambio positivo en la sociedad jordana. De gala, acorde con la solemnidad del acto, que coincide este año con el décimo aniversario del ascenso al trono del rey Abdalá II, fue el atuendo de la reina Rania. Eligió un elegante vestido beige, de aire oriental como mandaba la ocasión, con incrustaciones de cristal en cintura y mangas.


Los Reyes de Jordania haciendo entrega del premio a uno de los diez galardonados

Más de 3.000 asistentes, 30.000 euros a cada causa y diez becas universitarias 
Un espectáculo de las Fuerzas Armadas jordanas, las coreografías de bailarines y acróbatas, los tradicionales acordes de gaiteros, la interpretación del himno nacional y el cañón de focos ámbar, índigo y magenta sobre la antigua columnata resucitaron el teatro romano. Las palabras de Rania de Jordania, los corazones de los más de 3.000 asistentes a la entrega. La soberana instó a que el compromiso y los esfuerzos de los finalistas sirvan de inspiración a otros a hacer lo mismo: “Podemos superarnos, cuando nos concentramos en ello. Esperamos que su generosidad nunca se agote, que su gratitud nunca se extinga, porque cada uno de ustedes es la razón de ser de los premios Ahel Al Himmeh," dijo a la audiencia congregada.

La soberana subrayó que el espíritu de dedicación, compasión y nobleza de estos diez jordanos está profundamente atrincherado en el genio nacional, integrando una parte esencial de la herencia jordana. "Este compromiso está orgullosamente arraigado en nuestra ascendencia por innumerables generaciones; está grabado en las piedras de Petra; ondea alto como una bandera en una montaña, y descansa en nuestros hombros. Los ganadores del Himmeh llevan el sentido de responsabilidad como un hombre beduino lleva su vestido tradicional, con orgullo y dignidad", pronunció Rania de Jordania.


Abdalá y Rania de Jordania, durante la entrega de los premios nacionales

La Reina, encomendada a continuar el legado del rey Hussein, agregó: "El regalo más valioso que un líder puede conceder a sus ciudadanos es autorizarlos a que puedan trazar su propio curso y llegar a ser miembros activos en la sociedad". "Cada uno de ustedes nos proporciona el testamento, la energía, y el poder de esforzarse para llegar a ser mejores, para aprender más y superarnos, tanto los hombres como las mujeres, y yo, Rania de Jordania, haré cuanto pueda para que así sea como el primer soldado de infantería", concluyó.

Los ganadores del Himmeh reciben una cuantía económica de treinta mil euros a favor de su causa, y en nombre de los diez galardonados se otorgarán diez becas universitarias.