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La innovación acompaña a la imagen de Rania de Jordania en cada acto al que acude. Bien sea por la incorporación de novedosos patrones que juegan al despiste y se hacen virales, por mezclas poco tradicionales de estampados o por la apuesta de best sellers de Zara, siempre consigue looks de impacto. Su última elección (para acudir a la 23ª exposición anual de artesanía de la Fundación Río Jordán en Amán) recupera una tendencia 'imposible': la combinación de rosa y rojo (o naranja, en su defecto) en un mismo estilismo, dos colores a debate sobre si casan o no entre sí. De este modo, se suma a un mix cromático que lleva gustando entre las royals desde hace 30 años.
Para su nueva cita con la Fundación Río Jordán, con la que colabora activamente, Rania llevó un jersey de punto en color rosa. Un modelo con escote en pico que le favorece especialmente y que lleva por dentro de la cinturilla de su falda para mayor efecto estilizador. Esta última prenda la elige en un color rojo anaranjado, con lo que crea la combinación cromática tan impactante. Se decanta por una creación de tendencia al ser en corte lady y mostrar el detalle que también gusta entre la realeza para este tipo de diseños: una abertura frontal y dispuesta en un lateral.
A juego con su falda, Rania de Jordania ha elegido unos salones de alto tacón y confeccionados en ante. De igual forma, su bolso también es de color rojo. Un diseño de asa corta, modelo Horizon de Givenchy.
Sin duda, a la hora de hacer referencia a royals que llevaran la innovación por bandera a la hora triunfar con sus combinaciones de moda, es difícil no encontrar como referente a Diana de Gales. La madre de Guillermo y Harry de Inglaterra era única que sorprender y arriesgar con sus apuestas, como con la combinación del rojo y rosa en un mismo look. Esta fue la tendencia que le acompañó durante su visita al Museo Islámico de Kuwait en marzo de 1989. La encontró en un blazer-vestido bicolor de Catherine Walker, que, posteriormente, coordinaría con una pamela al tono de Philip Somerville.
No obstante, no hay que viajar tres décadas atrás para encontrar referentes de esta tendencia entre la realeza. En 2011, la reina Letizia, por aquel entonces princesa de Asturias, también demostró ser una royal innovadora al apostar por esta dualidad de tonos. En una gama más pastel y similar a la de Rania, fue elección para combinar top y falda durante la jornada La piel tiene memoria, organizada por la Asociación Española contra el Cáncer en el Auditorio de Salou (Tarragona). Marcando la diferencia, prefirió marcar contraste con su cinturón y su calzado.
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