La humedad, el agua de las piscinas, el sudor… son factores que hacen que las temidas cistitis se den de manera mucho más habitual en verano. Se trata de una infección en las vías urinarias bajas provocada en la mayoría de los casos por la bacteria Escherichia coli (E.coli) y cuyos síntomas son escozor, dolor al orinar o ganas casi constantes de ir al baño podrían arruinar la vacaciones de nuestras hijas o nuestros hijos (la cistitis es más común en las chicas, pero también pueden padecerla ellos); algunos de ellos, sobre todo las niñas, pueden ser más propensos a padecerlas y la sufren de manera recurrente en verano. ¿Es posible evitarla de algún modo? Como decíamos, intervienen diferentes factores, pero sí se pueden tomar ciertas medidas para intentar que no aparezca. Estas son los principales cuidados que debemos seguir con nuestros hijos:
4 pasos clave para prevenir la otitis veraniega en los niños