Más de diez mil personas abarrotaron el Madrid Arena para disfrutar en directo de uno de nuestros artistas más internacionales. Alejandro Sanz hizo un hueco en su agenda, que en los últimos meses está más que repleta con su participación en el programa mexicano La Voz y el reciente concierto a dúo con Tonny Bennett en Nueva York, para viajar a Madrid y encantar a sus incondicionales. Ejerció de padrino de un nuevo modelo de BMW y eligió para presentarlo algunos de sus éxitos más conocidos.
Viviendo deprisa, Corazón partío o Looking for paradise sonaron en el recinto en la voz del intérprete, que se rodeó de buenos amigos para hacer la noche aún más especial. Amaia Montero, Malú y Pau Donés entonaron a dúo las canciones más coreadas de Sanz que, aunque ya vino a España en otra ocasión, es la primera vez que canta en nuestro país tras su tercera paternidad. Dylan le ha llenado de alegría y, aunque es demasiado pequeño aún para ir de concierto (tiene apenas dos meses y se quedó con su madre Raquel Perera en Miami), seguro que dentro de poco ocupa un lugar en las gradas.
“Estoy empezando a componer el siguiente disco que será para el año que viene” explicó Alejandro que antes lanzará un LP de Médicos sin Fronteras, para recaudar fondos para ayudar a los niños enfermos de SIDA en Zimbabue, en el que participan entre otros Paco de Lucía. Las butacas estuvieron abarrotadas de caras conocidas como Elena Furiase, acompañada de su novio Leo Perugorría, las actrices Lidia San José y Natalia Sánchez, Ana Milán y su marido, Chenoa y Laura Sánchez, que presentó el evento, entre otros.
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