'Tips' para prevenir el daño solar
Vayamos a lo práctico: ¿qué consejos sencillos daría la doctora a nuestros lectores, para incorporar en su día a día, y prevenir el daño solar? “En lo concerniente al tema solar, un pequeño cambio de hábitos en nuestra rutina diaria nos puede ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades relacionadas con la piel. Hay muchos tips que podemos empezar a aplicar para mejorar la protección de la piel, y dependiendo de la persona, el lugar del territorio donde vive, sus hábitos alimentarios y estilo de vida, las necesidades de protección pueden variar. Sin embargo, hay una recomendación que es universal: el uso de un fotoprotector con un factor de protección solar igual o superior a 30 y en pieles muy claras y sensibles, de 50 o 50+”, apunta.
Por otro lado, la doctora da otra serie de recomendaciones útiles:
1. Es ideal que en las horas punta del sol, que son de 12 a 17 aproximadamente, y sobre todo en los meses de más calor, no nos expongamos de forma directa y, si tenemos que hacerlo debido al trabajo u actividades de ocio en exteriores, será primordial aplicarse protector solar cada 2 horas.
2. Las cremas hidratantes post solar y el empleo de antioxidantes tópicos y orales mediante una dieta rica y variada en frutas y verduras de temporada o en su defecto suplementos alimenticios antioxidantes son también dos piezas clave en este puzle. Cuidar de la piel en verano debe formar parte de nuestro día a día. Por ello, es recomendable invertir en productos que sean respetuosos con la piel. El uso de este tipo de productos puede ayudar a regenerar y a proteger las capas más externas de la piel, que son las más expuestas.
3. La ropa y los accesorios también pueden usarse como una capa más de protección. Por ejemplo, pantalones cortos y camiseta. Existen prendas en cuya etiqueta podemos encontrar las siglas FPU, que nos indican que esa tela tiene capacidad para protegernos de la radiación solar UVA y UVB. Por otro lado, los sombreros y gorros, preferentemente de ala ancha, proporcionan protección al cuero cabelludo, la zona de los ojos, la nariz, las orejas y la nuca. Incluso, otro imprescindible son las gafas de sol que nos protegen del UVA y reducen el daño ocular.
4. La hidratación, vital. El agua es una parte esencial de nuestro cuerpo y ayuda a nuestro organismo en la mayoría de los procesos fisiológicos. Es importante estar siempre hidratado y seguir las recomendaciones médicas que indican que deberíamos beber unos 2-2,5 litros de agua en épocas calurosas. Aunque, cabe añadir, que cada cuerpo es un mundo y que las cantidades varían según muchos factores, como la edad, el género, etc. Beber agua no evitará que nos quememos, pero será un gran aliado para recuperarnos de una quemadura. La piel deshidratada ofrece menor protección frente a la radiación solar.
5. Reducir el consumo de tabaco y alcohol. Minimizar su consumo evitará el daño que se produce al colágeno y a la elastina del cuerpo. Dos elementos clave en el envejecimiento.
6. “Y me gustaría añadir un factor muy importante que son las revisiones dermatológicas anuales e incluso, en casos de mucha exposición, semestrales. Es ideal ir revisando nuestra piel con el dermatólogo para poder percibir a tiempo cualquier anomalía”, nos dice.
Lee también: ¿Por qué deberías incluir el fotoprotector oral en tu rutina frente al sol este verano?