No solo son los sofocos: toma nota de los 15 síntomas menos frecuentes de la menopausia

Existen otros cambios físicos y psicológicos mucho más desconocidos que también están asociados a esta etapa de la vida de la mujer

Por Hola.com

Los sofocos son, probablemente, uno de los síntomas más reconocibles para muchas mujeres en la menopausia, junto con el insomnio o el aumento de peso, por citar tan solo algunos. Pero hay muchos más. De hecho, más del 80% de las mujeres en transición menopáusica padece algún síntoma notable vinculado al climaterio y afirma que necesita ayuda para mejorar su bienestar y calidad de vida, según el último estudio de Domma.

Existen otros cambios físicos y psicológicos mucho menos habituales y más desconocidos que también están asociados al climaterio, y que conviene conocer, tal y como nos detallan desde el equipo especializado en salud de la mujer madura de Domma, con el objetivo de estar preparadas ante los cambios de esta etapa y poder buscar tratamientos naturales para aliviarlos.

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  1. Pérdidas de memoria y disminución de la concentración. “Distintos estudios científicos han señalado que la reducción de los estrógenos y de la progesterona durante el climaterio afectan negativamente al aprendizaje, la memoria y la capacidad de concentración, así como causar la llamada niebla mental”, señala Cristina Martínez, cofundadora de Domma.
  2. Cefalalgia. En este caso se trata de un dolor de cabeza que puede ir de leve a severo y que se caracteriza por una sensación de pesadez, constricción y pinchazos.
  3. Vértigos y mareos. Estos molestos y, en ocasiones, incapacitantes problemas, están relacionados con los cambios hormonales y fluctuaciones en la presión arterial. Evitar los cambios bruscos de posición y realizar técnicas de relajación, como la respiración profunda, puede ayudar a aliviarlos. 
  4. Parestesia. Es una sensación anormal de los sentidos o de la sensibilidad general, que puede consistir en una sensación de hormigueo, entumecimiento, adormecimiento, esponjamiento, pinchazo, escalofríos, ardores, etc.
  5. Pesadez y dolor en los pechos. Aquí tienen mucho que ver las hormonas. Y es que a causa de los cambios hormonales, la mujer puede sentir tensión, dolor o inflamación en las mamas, de forma similar a lo que se experimenta durante el síndrome premenstrual.
  6. Alteraciones cutáneas y cambios en la barrera epitelial relacionados con la alteración de la producción de ceramidas y la disminución de los estrógenos. Esto produce el debilitamiento de la piel, la reducción de su elasticidad por una menor producción de colágeno y el deterioro en la cicatrización de las heridas.
  7. Afecciones como la dermatitis atópica, la psoriasis y el acné, a causa de los cambios en la composición de ceramidas que se producen por los cambios hormonales durante la menopausia.
  8. Mayor sensibilidad cutánea. También en relación con la piel, algunas mujeres pueden experimentar una mayor sensibilidad en su cutis, una reducción de la cohesión de la capa externa de la epidermis, cambios en la estructura epidérmica y la función biomecánica. La consecuencia es que todo ello puede generar picazón, sensación de hormigueo o piel más sensible al tacto.
  9. Cambios en la textura, aspecto, volumen y cantidad de cabello. El pelo es uno de los grandes damnificados para muchas mujeres en la menopausia. Y es que los cambios en los niveles hormonales de los andrógenos y estrógenos, que intervienen en la regulación del ciclo capilar, conllevan la reducción de cabellos en fase de crecimiento, la aparición de cabellos más finos y quebradizos, la pérdida de cabellos y, en algunos casos, alopecia frontal fibrosante -alopecia que suele afectar la zona de la diadema y las cejas y que acostumbra a formar cicatrices, aparecen granitos y se marcan las venas de la frente-.
  10. Aumento de vello facial. Tal vez nunca habías tenido pelitos en la zona de la barbilla o el labio superior. Y, de repente, aparece. Los cambios hormonales de esta etapa se relacionan también con un aumento de pelo facial, sobre todo en la barbilla.
  11. Cambios en el olfato y gusto, que pueden hacer que algunos olores o sabores sean más intensos o desagradables, afectando a las preferencias alimentarias.
  12. Síntomas gastrointestinales, entre los que destacan la distensión abdominal y cambios en el patrón intestinal, problemas digestivos e hinchazón: “El intestino es muy sensible a los estrógenos y cuando los niveles disminuyen, la capacidad para procesar alimentos también lo hace. Por ello, durante la menopausia la mujer es más sensible a los alimentos, tiene digestiones más lentas y como consecuencia se siente más hinchada”, señala Martínez.
  13. Síndrome de boca ardiente. Consiste en una molesta sensación de ardor, escozor u hormigueo en la boca.
  14. Cambios en el olor corporal, que se puede ver incrementado con los sofocos y la sudoración, así como cambios en la voz.
  15. Incremento de nuevas alergias o intolerancias alimentarias.