Psicología

Aviofobia o miedo a montar en avión: esto es lo que debes hacer para empezar a ser una trotamundos

Por vértigo, temor a un accidente o por fobofobia. Subir a un avión antes de un viaje puede ser para muchos todo un reto. Descubre aquí cómo superarlo para comenzar a disfrutar de los viajes sin obstáculos y, literal, por todo lo alto.

Por Paula Martíns

Antes de subirse a un avión pueden suceder dos cosas. Por un lado, es probable que la ilusión de llegar a tu destino te invada y que tan solo sientas emoción por disfrutar de unos días alejado de la rutina. Por otro, es posible que te suceda todo lo contrario y el temor a que algo malo suceda durante el vuelo te haga sentirte tan mal que tus manos empiecen a sudar, te duela la cabeza, sientas que te falta el aliento, taquicardias, tengas ganas de llorar o, incluso, náuseas. Si eres del segundo grupo, tenemos algo que decirte: sufres aviofobia, pero no eres el único, más del 30% de la población también padece algún tipo de ansiedad antes de volar.

VER GALERÍA

-Viajes en avión: ¿para qué personas puede suponer un riesgo para la salud?

Es probable que el término sea nuevo para ti, pero si te identificas con él o eres de los que conocen a alguien que manifieste sus síntomas, entonces te resultará familiar. Y al margen de lo que pudiera parecer, la aviofobia, que está clasificada por la psicología como un trastorno de la ansiedad, puede llegar a afectar tanto a la vida profesional como a la personal de las personas. ¿Los motivos que la causan? Entre muchos de los que pueden ser, las películas y las producciones mass media que vemos sobre catástrofes y aviones influyen directamente sobre nuestras emociones, pero también puede surgir como consecuencia del vértigo a las alturas o por la sensación de sentirse impotente y encerrado en un lugar en el que, si pasa algo (como un accidente), estaría fuera de nuestras manos.

Sin embargo, y al contrario de lo que pudiera parecer, lo cierto es que el avión es el medio de transporte más seguro. Si contabilizamos los accidentes de coches y de motos que hay cada día en el mundo y los comparamos con los de los aviones, la cuantía de los de los segundos ni siquiera rozaría la mitad de la de cualquiera de los dos primeros y las consecuencias, además, tampoco son tan catastróficas como pensamos, ya que el 98,6% de los accidentes de avión no provocan víctimas mortales. Si lo piensas, tiene sentido, el avión no está controlado solamente por el piloto, sino que hay un potente entramado detrás que lo mantiene vigilado y controlado en todo momento, y aunque no siempre le hacemos el caso que deberíamos, las guías que nos enseñan los azafatos antes de comenzar el vuelo son decisivas para que el resultado de un accidente de avión no sea tan trágico como siempre imaginamos.

VER GALERÍA

-Ataque de ansiedad: ¿qué es y cómo actuar?

Entre todas las aviofobias que existen podemos encontrar varios niveles. El 60% de quienes tienen miedo a volar son capaces de controlarla antes o durante el vuelo, incluso aunque la comiencen a sentir los días previos, cuando afrontan los preparativos del mismo. No obstante, un porcentaje que oscila entre el 2,5 y el 5% de la población padece ansiedad incapacitante, que es aquella que ya se ha clasificado como una fobia clínica a volar y que resulta especialmente dañina para la salud mental. Por si no lo sabías, lo que tú denominarías terapia de choque puede ser, sino la solución, la ayuda definitiva para hacer frente a cualquier fobia. O sea, afrontar el miedo puede ser fundamental para reducirlo y, en ocasiones, para superarlo. 

Desde la plataforma de psicología online, Buencoco (www.buencoco.es), así lo explica Ambra Lupetti: “La terapia cognitivo-conductual entrena nuestro cerebro para que responda a determinados estímulos, factores ambientales y desencadenantes. A un paciente con miedo a volar se le pone en una serie de escenarios que se asemejan a los factores y entornos que activan su fobia, y luego se le presentan técnicas que pueden ayudarle a asociar esos desencadenantes y factores a experiencias más agradables y manejables”. 

Cuenta psicóloga que esta tipología de terapia controlada se realiza por fascículos, dando al paciente de la misma un primer encuentro sutil con su fobia, presentándole una situación poco agresiva de la misma: “Se empieza con diferentes técnicas imaginativas y luego se procede gradualmente hasta llegar a enfrentar este miedo en la vida real. No es un proceso rápido ni lineal, y el progreso entre sujetos puede variar mucho, pero la mayoría demuestran una gran mejoría”.

VER GALERÍA

Más allá de los tratamientos y las terapias que puedan ofrecer los profesionales de la salud, existen otras pautas a seguir que pueden ayudar a que este temor reduzca sus síntomas, sobre todo, en los dos momentos que suele presentarse de manera más aguda, los del despegue y el aterrizaje. Para empezar, algunos consejos básicos pueden ayudar a controlar, un poco más, la ansiedad:  viajar con ropa cómoda, ir acompañado, distraerse con música o con libros o aprovechar esos ratos de vuelo para adelantar trabajo.  También desde Buencoco sus profesionales recomiendan avisar a alguno de los auxiliares del vuelo de la aviofobia, ya que además de estar más pendiente de ti, podría ayudarte con consejos y pautas a seguir para que te sientas más seguro en este medio de transporte.

-Miedo al mar, a volar en avión, a las alturas y otros síndromes que te ponen a prueba en vacaciones

Aún así, y a pesar de que el avión es el medio de transporte más seguro que existe, si la aviofobia persiste o dificulta tu día a día demasiado, todas estas pautas tan solo esconderían el problema, en lugar de eliminarlo por completo. La ansiedad y la angustia que genera pueden manifestarse desde en los días previos, hasta el minutos antes de subirse al avión, por lo que acudir a profesionales que te ayuden a paliarlo y a tratar tu caso de manera individualizada, será lo más recomendable.