Una Navidad ¡sin efectos secundarios!

Nuestra colaboradora Meritxell Martí te da las claves para contrarrestar los excesos propios de estas fechas

Por hola.com

Estamos en pleno ecuador de la Navidad. Una época de fiestas, reuniones, cenas con compañeros, con los amigos, con la familia… celebraciones que giran la mayor parte alrededor de la mesa, un non-stop de tanto comer... Tanto, que es casi inevitable aumentar de peso, y si a eso le unimos a que nuestra rutina cambia, nos puede aportar algunos problemas que pueden afectar no sólo a la salud sino a nuestro aspecto externo, a la piel. Nuestra colaboradora Meritxell Martí, propietaria de la Farmacia Meritxell, nos habla de los principales problemas de esta época para nuestra salud y nos da útiles consejos para 'sobrevivir' a las fiestas. Aún queda por delante la Nochevieja, así que ¡toma nota!

 

 

Hay que partir de que no sólo es el problema del aumento de peso lo que tenemos que vigilar o controlar, sino también lo que estamos comiendo. La mayoría de las veces son alimentos con alto contenido en grasas o en azúcares, y a esto hay que sumar las bebidas, pues muy a menudo el alto contenido en alcohol puede afectar a otros aspectos del organismo. Hemos de disfrutar las fiestas y, en cierto modo, olvidarnos de algunas restricciones, pero no podemos, por unos días de fiesta, arriesgar nuestra salud ni pasar meses para recuperarnos después.

Es por ello que deberíamos poner un poco de atención y tener en cuenta algunos trucos que nos ayudarán a evitar los problemas que pueden acarrearnos estos excesos. Es diferente si padecemos alguna dolencia, como hipertensión, diabetes (aunque no sea dependiente de la insulina), problemas hepáticos… En esos casos, no se puede bajar la guardia.

Trucos para frenar el aumento de peso
Ahí van algunos trucos que al menos evitarán que comamos más de la cuenta o peor. Es difícil dejar de comer lo que nos ponen en Navidad, pero con algunos trucos podremos compensar estos excesos.

1. Comer despacio
Masticar lentamente, así conseguimos que el bolo alimenticio sea más hidratado y,  en consecuencia, con mayor volumen, con lo que conseguiremos saciarnos antes.

2. Evitar la saciedad
Procura estar relajado, si es necesario se puede tomar por la mañana L-teanina, para evitar comer compulsivamente y así comer menos y lo que tenga menos calorías.

3. Evitar los azúcares simples 
Sobre todo en ayunas, una bebida edulcorada puede aumentar el pico de insulina y con ello vamos a absorber más los nutrientes del resto del menú.

4. Beber lo suficiente
Nos ayudará a mantener nuestro organismo más hidratado, aumentará la sensación de saciedad y evitará la deshidratación que puede provocar el exceso de alcohol.

5. Bebidas en la comida
Si vamos a beber vino, escoger preferentemente un vino blanco seco, mejor que uno dulce, un cóctel o un combinado de alcohol con bebida azucarada, y es igualmente preferible una copa de vino tinto seco con poco contenido en azúcar. Se puede optar también por las cervezas sin alcohol, con menos contenido calórico.

6. Compensar las comidas
Cuando vamos a comer más copiosamente a mediodía, deberíamos procurar compensar con un desayuno con menos calorías o más rico en proteínas y alimentos frescos.

7. Procurar hacer algo de ejercicio
Aunque algunas veces es difícil poder acudir al gimnasio y seguir la rutina diaria, es una buena solución hacer ejercicios breves y cortos, como algunos abdominales por la mañana o flexiones. Si el día antes de la comida o la fiesta más importante procuramos hacer ejercicio más activamente mejorará el metabolismo en el día clave, o bien optar por una buena caminata el día siguiente.

8. Ducharte con agua fría, o 'menos caliente'
El frío estimula la combustión de las calorías, ya que activa el metabolismo y la formación de hormonas que ayudan a la combustión calórica, se quema más grasa y glucosa para compensar el frío y calentar el organismo.

Otros problemas
Los excesos en la alimentación a lo largo de estos días van a provocar a corto plazo algunos problemas como:

1. Digestiones pesadas
Cuando hablamos de esto no sólo son pesadas, también nos referimos a digestiones lentas, a acidez de estómago, gases y flatulencias. Para evitar el problema de digestiones lentas, lo ideal es procurar combinar los alimentos. Si son demasiado grasos, compensarlos con ensaladas o algo fresco de acompañamiento, por ejemplo.
Pero si nos es imposible escoger el menú, se pueden tomar antes de la comida una o dos cápsulas de enzimas digestivas, ayudando a que sean mas fáciles. También son útiles las tisanas después de comer con hinojo, anís, menta o canela.
Para los gases o hinchazones de estómago, es una buena opción el carbón vegetal activo antes de la comida. Y por supuesto, los pro-bióticos y prebióticos, siempre antes de las comidas.

2. Intolerancias alimentarias
Aunque no podamos escoger el menú, si sufrimos alguna intolerancia (o aunque no se trate de una verdadera intolerancia, pues algunas veces solo se trata de alimentos que no nos sientan bien, como a algunas personas los lácteos), es preferible simplemente evitarlos y sustituirlos por otro tipo de alimentos.

3. Toxicidad hepática
Meritxell Martí aclara que no se refiere literalmente a este problema como toxicidad, simplemente algunas veces después de muchos excesos, notamos que el hígado nos provoca náuseas, mareos, dolor de cabeza y hasta vómitos. Para mejorar, aconseja las cápsulas de alcachofa o las infusiones de boldo. Una vez recuperados de esta intoxicación, es buena opción el cardo mariano (milk thistle) durante una semana a diario.

4. Estreñimiento
Al cambiar los hábitos alimenticios o al desplazarnos de nuestra residencia habitual, el estreñimiento puede ser otro de los problemas. Para ello se puede tomar un laxante de forma puntual que contenga extractos herbales con sen, frángula, cáscara sagrada o fucus. En un momento puntual, también se puede utilizar supositorios de glicerina o microcánulas. ¿La piel también sufre?

Los excesos durante las fiestas y los problemas digestivos pueden repercutir directamente sobre nuestra piel, en forma de ojeras y bolsas alrededor de los ojos, piel apagada, poros obstruidos, dilatados y aparición de acné o empeoramiento de  los casos de rosácea.

Si comemos demasiada sal o alimentos demasiado salados, ésta va a provocar retención de líquidos, que se van a visualizar en bolsas debajo de los ojos. Igualmente, las digestiones pesadas provocan que descansemos peor y esto a su vez va a empeorar estas bolsas y ojeras.

Un exceso de grasas en la dieta y las comidas demasiado copiosas van a provocar muchas veces que el cuerpo tenga más trabajo al digerirlas, aumentando la temperatura corporal, lo que va a provocar una vasodilatación, que a su vez causa un empeoramiento de la rosácea. Por eso es de gran ayuda aplicarse máscaras frescas para disminuir la temperatura, los sprays con agua termal también alivian. Además, esta vasodilatación y aumento de temperatura va a estimular la glándula sebácea, lo que va a provocar un exceso de sebo y aumento del tamaño del poro.

Exceso de mariscos y lácteos. Algunas veces el exceso de marisco puede provocar la aparición de acné, debido a su alto contenido en yodo. Los lácteos también suelen contener un alto contenido en bio-hormonas, lo que también pueden provocar la aparición de acné.

Los azúcares simples. Provocan la glicación de las fibras de colágeno, estas se vuelven rígidas y se produce la destrucción de las fibras de colágeno y elastina. Estos días deberíamos evitar algunas ingestas de azúcares innecesarias como pueden ser las bebidas o refrescos azucarados. Lo ideal es evitar los azúcares refinados. El chocolate preferentemente que sea negro con menor contenido en azúcares y con propiedades antioxidantes.

Alcohol y deshidratación. El exceso de alcohol provoca la deshidratación al aumentar la diuresis. Esta deshidratación provoca que la piel se vea más apagada, reseca y se que se marquen más las líneas de expresión y las arruguitas. Para evitar o contrarrestar este efecto lo ideal es exfoliar la piel y aplicarse una mascarilla con ácido hialurónico o colágeno y posteriormente un sérum con vitamina C. La rosácea va a empeorar con el alcohol y la deshidratación de la piel.
Hay que procurar beber más agua entre horas. Es un método para evitar la deshidratación de la piel. Se pueden tomar infusiones como el té verde o añadir colágeno al agua que bebemos, algunos tienen sabores.

Aumento en la dieta de grasas trans o saturadas. Estos días es bastante habitual que las dietas sean más ricas en grasas saturadas en las que aumenta el contenido de mantequillas, carnes grasas, embutidos o quesos más grasos. Estas grasas van a dar opacidad a la piel, que se va notar menos brillante, más opaca y menos oxigenada. Es por ello que se debería compensar en el menú con grasas poliinsaturadas o buenas como el pescado azul, cambiar la mantequilla por la margarina, por ejemplo, y añadir frutos secos o aguacates, que además van a ayudar a hidratar y nutrir la piel. Otra opción es la de incorporar cápsulas de omega 3 en la dieta (1 gramo o más al día), sobre todo por la mañana. Además ayudarán a mejorar el metabolismo de las grasas negativas. Conviene usar también sérum o crema con vitamina C.

Incorporar suplementos nutricionales. Como las bayas de acai, que ayudarán a mejorar la combustión de las grasas, el resveratrol como antioxidante, vitamina A que ayudará a dar luminosidad a la piel y a mejorar el tono al estimular la producción de melanina. También es buena opción la levadura de cerveza que nos va a aportar el complejo de vitaminas del grupo B y evitará que el pelo se vea apagado.

Alimentos aliados
Cuando desayunamos o cuando no estamos de fiestas o reuniones es el momento en el que podemos incorporar alimentos que van a ayudarnos, entre ellos:

-El limón, que aporta un alto contenido en vitamina C y ayuda a disminuir la grasa. Beber un vaso de agua con limón va a ayudar a este aporte.

-Proteínas en el desayuno, como puede ser algo de pavo para compensar los aportes de grasas y azúcares.

-Nueces en el aperitivo para aumentar el aporte de ácidos grasos. Nos ayudarán a que no comamos tanto gracias a sus propiedades saciantes, además de aportar nutrientes sobre todo a la piel seca.

-Lechuga, endivias y escarola para la cena, si queremos cenar después de haber tenido una comida más copiosa, la lechuga ayudará a relajarnos y el sabor amargo de las endivias y la escarola ayudaran a digerir la comida y también, en consecuencia, dormir mejor.