Planificar el bronceado

Todo lo que hay que saber para llevar bien planificado y programado el moreno más suave, sano y sensato jamás disfrutado.

Por hola.com
Bronceado de cabina
Los primeros y últimos días del verano son temporada alta para los centros de bronceado artificial. Pero... cuidado. Ese "sol encabinado" conlleva riesgos que por fin se están empezando a regular legalmente, como demuestra la nueva normativa sobre venta y utilización de aparatos de bronceado. Esta obliga a los centros a usar sólo lámparas con el sello de garantía CE, a hacer revisiones anuales, a poner a disposición de los clientes gafas de protección ocular (¡absolutamente imprescindibles!) y a desinfectar las máquinas tras cada sesión.
No sólo eso: cada centro debe mostrar de forma muy clarita y visible cuáles son los riesgos de la exposición, así como la forma más adecuada de broncearse según cada fototipo, asegurándose que el cliente está totalmente informado. Como todo en esta vida, "darse unos rayitos" es cuestión tanto de calidad como cantidad, así que, ante todo, ¡prudencia y sensatez!

Los rayos UVA, el peligro callado e invisible
Durante los primeros días de sol, la protección se convierte en una gran prioridad. No hay ni hombre ni mujer a quien no le asuste quemarse, ¡y con razón! ¿El problema? Los rayos UVB, causantes de la clásica - y peligrosísima - quemadura.
Pero, más ladinos y hasta ahora encubiertos, se encuentran los temibles rayos UVA. Estos mantienen la misma intensidad a lo largo del año, incluso en los días nublados, durante todas las horas del día. Y como no provocan eritema, se piensa - equivocadamente - que no son peligrosos. ¡Un error! Aún estando bronceada, la piel sigue absorbiendo estos rayos que, de forma subrepticia, degradan el colágeno y la elastina y causan auténticos desastres entre los melanocitos. El resultado es una piel más cuarteada y áspera, con arrugas más profundas y una flacidez más marcada, a lo que se suma la aparición de manchas. De ahí la importancia de contar con solares que no sólo protejan de los rayos UVB, sino además, de los UVA, principales responsables de los signos de fotoenvejecimiento.

Cuatro trucos para planificar (mejor) el bronceado
  • Hay que hidratar la piel a conciencia los días anteriores. Conviene usar crema dos veces al día y beber el agua suficiente.
  • Nada como bajar a la playa con un toque de color. ¿El secreto? Los cada vez mejores y más eficaces autobronceadores.
  • Tomar una dieta más rica en antioxidantes sólo aporta beneficios.
  • Más vale pecar de prudente y optar por un bronceado gradual. No hay que forzar la maquinaria de los melanocitos ante el primer rayo de sol...