Maximiliano de Habsburgo y Cayetano Martínez de Irujo nos cuentan su historia de superación y su unión por una misma lucha

‘La Movida era una locura. Era la primera vez que toda una sociedad bebía y tomaba drogas’, nos cuenta el archiduque, quien perdió a una hermana por las adicciones

HOLA4129 MAXIMILIANO Y CAYETANO MARTÍNEZ DE IRUJO

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El pasado miércoles 6, numerosas personalidades de la élite empresarial, la aristocracia y la crónica social se reunieron en Madrid para asistir a la cena benéfica de la Fundación Recal, organismo que Maximiliano de Habsburgo creó en 2001 para ayudar a personas con adicciones. La velada contó con Sofía de Habsburgo, hermana del archiduque de Austria; Jaime de Marichalar, y el matrimonio formado por el empresario Juan Abelló y Ana Gamazo Hohenlohe, que coincidió allí con su hijo Christian y su pareja, la paisajista Nena Malo.

Tampoco faltaron Javier Fitz-James Stuart, conde de Montalvo; Jaime Martínez-Bordiú; Blanca Osorio, hija de Blanca Suelves y Ioannes Osorio, y Hugo Arévalo, amigo de Tamara Falcó, entre otros. La cita, que fue todo un éxito, sirvió para reconocer los apoyos de Piedad Aguirre Gil de Biedma —hermana de Esperanza Aguirre y suegra de Alejandra de Rojas— y de Pablo de Hohenlohe, que asistió a con su mujer, María del Prado.

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“Soy permisivo y abierto con mis hijos, pero siempre les he dicho que lo único por donde no paso es por la droga”, dice el duque de Arjona
Sofía de Habsburgo©FERNANDO JUNCO
Sofía de Habsburgo, hermana de Maximiliano.

Por supuesto, Maximiliano volvió a contar con Cayetano Martínez de Irujo, quien, además de amigo, es patrono de la Fundación Recal. El archiduque de Austria y el duque de Arjona se conocen “desde muy jóvenes”, tal y como ambos explican a ¡HOLA!: “Tenemos dos familias muy afines”, nos apunta el hijo de la recordada Cayetana de Alba. Por ello, cuando el archiduque de Austria decidió ayudar a personas que sufren adiciones, supo que su amigo le tendería su mano. “Vivimos la noche juntos y siempre hemos hablado de este tema, así que un día le pregunté si quería juntarse con nosotros”, recuerda el aristócrata de origen germano, que terminó con Cayetano como patrono. “Soy muy activo, sí. Alguna vez me siento en las reuniones con pacientes y hablo”, asiente el jinete.

Aquella Movida madrileña

Tanto Maximiliano como Cayetano saben de primera mano lo que son las adicciones. En el caso del archiduque de Austria, las sufrió después de que su hermana mayor, Elisabeth, falleciera con solo 26 años por ellas. “No hay vacuna. Todos podemos caer”, afirma cuando le preguntamos si su drama familiar no le mantuvo prevenido. “Yo lo probé con 18 años”, dice el duque de Arjona: “Es que formaba parte de la noche de Madrid. Abiertamente. Incluso el alcalde Tierno Galván lo mencionó como un elixir de la noche de Madrid”, añade.

Por su parte, el archiduque de Austria recuerda cómo era aquella Movida: “Esa época era una locura. Se salía mucho. Igual más hoy, pero entonces era la primera vez que toda una sociedad bebía y tomaba drogas. Era todo nuevo…”. Cayetano no tarda en apostillar: “Ninguna ciudad del mundo vivió lo que vivió Madrid en esos diez años. Fue muy divertido, pero, luego, ya no se supo distinguir… Lo que te separaba de la realidad te separaba de ti mismo. Ha sido triste cómo han terminado algunas personas”.

Sobre la embolia pulmonar de Genoveva, Cayetano nos cuenta: “Ella tiene sus altibajos, pero, gracias a Dios, se ha quedado en lo más leve y el pronóstico es muy bueno”
HOLA4129 MAXIMILIANO Y CAYETANO MARTÍNEZ DE IRUJO©FERNANDO JUNCO
Sobre estas líneas, Cayetano Martínez de Irujo y Maximiliano de Habsburgo, en el Centro Nacional de Golf Emma Villacieros, de Madrid, donde tuvo lugar la cita benéfica de la Fundación Recal.

En el caso Maximiliano, como decíamos antes, también perdió a su hermana mayor. Y ese duro episodio lo conocen los tres hijos del archiduque, que tienen 17, 16 y 12 años. “Somos una familia muy abierta y todos los problemas se hablan abiertamente”, nos confiesa antes de desvelar cómo su familia ha logrado reponerse ante un mazazo como el que vivió con su hermana Elisabeth: “Creo que la fe ayuda. También el tiempo”.

Afortunadamente, el duque de Arjona supo reaccionar. “Gracias a Dios, estuve poco tiempo porque el deporte y mis condicionantes me ayudaron a salir bien a tiempo. Pero sí conocí la Movida Madrileña, donde todo era un acto social y la noche era tan tan mentira”, manifiesta. Sobre ello, Maximiliano aplaude que su amigo haya hablado de su testimonio abiertamente: “Me pareció muy valiente. Esta enfermedad tiene un estigma y, si gente conocida habla de ello, se termina con el estigma. Es una enfermedad como cualquier otra”. Por su parte, Cayetano añade: “No hay que darle tanta importancia. Gracias a mis condicionantes y al deporte, logré salirme de la Movida Madrileña y me fui fuera de España. A partir de ahí, llegué ser un deportista de élite. Competí en grandes campeonatos del mundo, en Olimpiadas… Eso es lo que queda”.

Su papel de padres

A pesar de conocer los peligros de la noche, Maximiliano y Cayetano aseguran que no son padres controladores o estrictos, aunque el duque de Arjona también ha hablado de su pasado con los mellizos Luis y Amina, fruto de su matrimonio con Genoveva Casanova: “Tengo mucha confianza con mis hijos y soy bastante permisivo y abierto, pero siempre les he dicho que lo único por donde no paso es por la droga. Ni porros ni nada, porque por ahí se empieza”, afirma.

Durante el encuentro con ¡HOLA!, el duque de Arjona demuestra qué admira de su amigo: “Maximiliano es una persona con gran personalidad y con grandes valores. Desde luego, ha demostrado una generosidad sin límites creando esta fundación y llevándola a donde está”. Por su parte, el archiduque dice del jinete: “Es muy fiel a sus amigos y muy serio en los proyectos que hace. Se implica, se lo toma muy en serio y eso es muy bueno”.

A la izquierda, Pablo de Hohenlohe y María del Prado; a la derecha, Ana Gamazo y Juan Abelló©FERNANDO JUNCO
Pablo de Hohenlohe junto a su mujer, María del Prado, y a la derecha, Ana Gamazo Hohenlohe, quien acudió con su marido, el empresario Juan Abelló

No podemos terminar la entrevista sin preguntar a Cayetano por el caso Rubiales ni por su exmujer, Genoveva Casanova, que estuvo este verano hospitalizada por una embolia pulmonar. Del cese temporal de presidente de la RFEF, el duque de Arjona se muestra contundente: “Obviamente, el tema Rubiales tiene que acabar como tiene que acabar porque no tiene vuelta de hoja. Es extremadamente serio, porque España se juega tres cosas. Primero, la credibilidad del Gobierno actual. También la parte de la honorabilidad del deporte español, porque el fútbol es la cabeza visible del deporte. Y, por último, la imagen de España”.

En relación a la salud de Genoveva, Cayetano nos expresa: “Tiene sus altibajos, pero, gracias a Dios, se ha quedado en lo más leve que podía haber pasado y el pronóstico es muy bueno”. Igualmente, el jinete comparte su felicidad con Bárbara Mirjan, con quien lleva siete años de relación: “Francamente, estoy feliz. Bárbara está trabajando mucho en MediaPro. Es una fuera de serie. En año y medio, la están valorando como se merece. Ahora creo que van a organizar parte de los Grammy”.