Ribadesella. Famosa por los descensos en piragua del río Sella, esta agradable localidad veraniega es también muy conocida porque aquí se encuentra uno de los legados prehistóricos más interesantes de Europa: las cuevas de Tito Bustillo. Desde aquí, abandonamos momentáneamente el mar (no sin antes hacer una parada en el bellísimo puerto de Lastres) para adentrarnos hacia el interior con dirección a Arriondas y llegar a nuestros próximos destinos: Cangas de Onís (donde admirar su famoso puente romano sobre el río Sella), y el Santuario de Nuestra Señora de Covadonga, lugar de obligada peregrinación y donde, según recoge la historia, el rey Pelayo venció a los musulmanes. Ni qué decir tiene que desde aquí existen infinidad de rutas para recorrer y adentrarse en el corazón de los Picos de Europa. Pero antes de volver a la costa merece una visita la ciudad de Oviedo, destino imprescindible para quienes quieran seguir ahondando en la historia y en el legado cultural que atesora Asturias.
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