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ARANJUEZ

Elegido durante años por los monarcas españoles como lugar en el que pasar largas temporadas, la villa de Aranjuez es un pequeño edén en el que pasear por el Palacio Real, su gran maravilla monumental, y por sus hermosos jardines. En los más próximos al palacio, el Parterre y la Isla, se bañan los dioses y héroes en sus fuentes, como Apolo, Hércules, Venus o Neptuno. Un poco más allá se extiende el Jardín del Príncipe, una enorme superficie con majestuosos plátanos, tilos y castaños de Indias entre los que caminar juntos, porque no hay un marco más bonito que este. También hay lugares evocadores, como el estanque de los Chinescos, o el embarcadero desde el que subirse al barco acristalado que te lleva a un hermoso paseo por el Tajo.

A la hora de comer, El Corral de la Abuela tiene unas croquetas sobresalientes ¿a quién no le gustan las croquetas? Con vistas al Jardín del Príncipe, para no alejar la belleza natural de nuestra vista.

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PUENTEDEY

Al norte de la provincia de Burgos este pueblo que encabeza las listas de los más bonitos de España posee belleza arquitectónica y encanto natural, dos ingredientes perfectos para una escapada en pareja. Su conjunto urbano se salpica de casas solariegas, calles adoquinadas, miradores y luego está el enorme arco de piedra natural sobre el río Nela, su imagen más icónica.

En el entorno podéis dar largos paseos por sus numerosas rutas senderistas, en especial la que lleva a la cascada de las Pisas. También merece la pena acercarse al monumento natural de Ojo Guareña, a veinte minutos en coche, un lugar lleno de magia y encanto en un entorno misterioso.

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MOGARRAZ 

Buscando el rumor del agua de sus catorce fuentes, rincones tan bonitos como el de Mané discurre el paseo por este pueblo de la Sierra de Francia salmantina de claro sabor serrano. Entre cruceros y originales dinteles esculpidos en granito, se llega a la torre del Campanil y después a la iglesia de las Nieves. Mientras El Camino del Agua, una ruta circular de 7 kilómetros que comienza y acaba en la localidad, va descubriendo seis instalaciones artísticas. Un paseo para dos con mucho arte. 

 

Mogarraz, el pueblo salmantino de las 800 caras

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ALCALÁ DEL JÚCAR 

De todos los pueblos de Castilla-La Mancha, Alcalá del Júcar es uno de los más curiosos y mejor conservados, extendido por la ladera de un cañón que ha ido modelando la erosión del Júcar. Sobre una muela sobresale el castillo almohade y sus calles –con casas excavadas en la roca o en equilibrio sobre la hoz– son cuestas empinadas y estrechas que invitan al paseo. ¿Se puede añadir más romanticismo a este entorno? Pues sí, con un beso en el puente romano. 

Puedes completar la escapada con una cena romántica en Oba (obarestaurante.es), el restaurante gastronómico del Grupo Cañitas, con una estrella Michelin y una estrella Verde. Y pocas cosas más originales que alojaros en una casa-cueva, a media hora de Alcalá del Júcar está Xuq (xuq.es), milenarias y elegantes cave suites con jacuzzi privado para un fin de semana perfecto. 

 

Lugares de Albacete que inspiran un viaje

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TOSSA DE MAR 

Con el fondo de sus torres y murallas descendiendo por la colina del cabo de Tossa, en el bosquecillo de pinos que la corona, en las encantadoras callejuelas de su recinto amurallado, en el Museo Municipal junto a una obra de Marc Chagall, en cualquiera de las casas modernistas que llevan al carrer del Portal o en el paseo marítimo que escolta su playa. 

Este pueblo de la Costa Brava está lleno de rincones románticos para hacerse una foto. Quien busque más tiene la villa romana de Els Ametllers, escalonada frente al mar y con ricas pinturas murales y mosaicos, y calas preciosas, como Futadera, un pequeño paraíso natural escondido bajo un acantilado. 

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PEDRAZA 

Es el pueblo perfecto: amurallado prácticamente en su totalidad, con un único acceso, la puerta de la Villa, y un laberinto de calles por las que perderse, especialmente la calle Real, flanqueada de casonas antiguas, que conduce hasta la plaza Mayor, centro de la villa. También lo es el castillo, que hoy acoge el museo del pintor Ignacio Zuloaga. 

Y otro más su gastronomía, pues bien conocida es la maestría de estos figoneros segovianos en el asado de corderos. Haz una reserva en Casa Taberna (casataberna.com), el restaurante de la televisiva Samantha Vallejo-Nájera, situado en la plaza Mayor en una antigua casona del siglo XVII y que rebició su primer Sol Repsol en 2023. También ofrece alojamiento.

  

Un buen lechazo y otros placeres en una ruta por cuatro pueblos segovianos  

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HONDARRIBIA 

En la misma desembocadura del río Bidasoa descubrimos una de las villas marineras más bonitas de España. Y romántica.

Su belleza queda resumida en tres entornos: el amurallado casco antiguo, el barrio de pescadores de La Marina, con sus casas de balcones llenos de flores– y los acantilados del monte Jaizkibel, que esconde numerosas sorpresas, desde el castillo de San Telmo a faros, caseríos, miradores, calas y cuevas esculpidas por el viento que se disfrutan a pie a través del sendero Talaia, al borde del mar. Hendaya queda al otro lado del estuario de Txingudi, unida con Hondarribia por un barquito. 

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ALTEA 

Artistas y artesanos han caído rendido a los encantos de este pueblo mediterráneo que ofrece una de las imágenes más reconocibles de la Costa Blanca

Entre Calpe y Benidorm, Altea deslumbra desde mucho antes de llegar a ella, porque está abierta a una bahía, entre el mar y la montaña y con la icónica cúpula azul y blanca de su iglesia parroquial brillando en lo alto. En ella, todo empieza y acaba en el Mediterráneo. 

Pequeñas y hermosas calas y playas se suceden por un litoral plagado del mismo encanto blanco que guarda su casco antiguo, de sabor morisco, con callejuelas empinadas y mil panorámicas. A la hora de comer hay que hacer parada en alguno de sus coquetos restaurantes, como El Cranc (elcranc.com), un chiringuito donde los arroces comparten protagonismo con el paisaje en la bonita playa de la Olla. 

 

- Altea, el pueblo marinero y bohemio que tiene locos a los artistas

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SOS DEL REY CATÓLICO 

Desde la lejanía se adivina ya el encanto de esta pequeña villa medieval zaragozana conocida por ser la cuna de Fernando el Católico. Y es que este pueblo, el más monumental de la comarca de las Cinco Villas, esconde infinidad de rincones en sus calles estrechas y empedradas que parten de la plaza de la Villa. Está amurallado, tiene puertas fortificadas, palacios renacentistas, judería, dos bonitas iglesias, un palacio que acoge el centro de interpretación de Fernando II de Aragón y una larga historia. Con razón forma parte de los más bonitos de España. 

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FRIGILIANA 

Almendros, olivos, viñas y casas de labor enmarcan este bonito pueblo blanco de la comarca malagueña de la Axarquía que se asoma desde la distancia al Mediterráneo. Paseando por él es difícil no enamorarse de la belleza de un casco antiguo, que fue galardonado con el Premio Nacional de Embellecimiento. Su Jardín Botánico se presta para dar un paseo relajado en pareja. 

Después del paseo puedes reservar mesa en el restaurante El Adarve, desde su coqueto salón tendréis unas vistas únicas de la sierra.

 

- Frigiliana, 'mon amour', la niña bonita de Málaga

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VALLDEMOSSA 

Esta preciosa villa de la costa norte de Mallorca siempre ha tenido adictos de excepción. Chopin, que pasó en ella un frío invierno junto a su amante George Sand, lo consideraba «uno de los lugares más bellos del mundo». Y no se equivocaba, pues el que fuera testigo de su historia sigue hoy atrapando a quien lo visita, por su típico pueblo pesquero, las calles empedradas y adornadas con plantas y la Real Cartuja.

Para una cena romántica, el restaurante del hotel Valldemossa, De Tokio a Lima (valldemossahotel.com/de-tokio-a-lima), con imponentes vistas a la Cartuja y una propuesta gastronómica sorprendente. 

 

Valldemossa, el pueblo más inspirador de la sierra mallorquina 

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IZNÁJAR 

En la Subbética cordobesa, este pequeño pueblo es aclamado por su belleza, pues se ubica en lo alto de un cerro, abrazado por el embalse homónimo, está rodeado de campos de olivos, repleto de miradores y hasta tiene un rinconcito para entregarse al amor. Se encuentra en el patio de las Comedias, una placita de fachadas encaladas de las que cuelgan coloridas macetas, con una curiosa fuente en forma de mujer y un banquito, arropado por una exuberante buganvilla, que se autoproclama como el «Rincón del Beso».

 

- El romántico «Rincón del Beso» de Iznájar

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GRAZALEMA 

¿Y pasar un día romántico paseando por este pueblo de calles estrechas y empedradas, con fachadas encaladas y balcones floridos? Un planazo, por algo es uno de los referentes de la arquitectura tradicional andaluza, y uno de los pueblos blancos más bonitos de esta sierra gaditana, pero es que, además, es el que le da nombre. 

Grazalema tiene una encantadora plaza mayor, casonas solariegas, tres iglesias y un mirador, el de los Peñascos, para quedarse un buen rato embobados con la bella panorámica. Hay que verlo todo, pero además pasar por sus talleres artesanales donde se teje la lana merina con la que hacen algunas de las mejores mantas del mundo. 

 

Fin de semana por los pueblos blancos de sierra de Grazalema

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BAEZA 

Baeza, como su vecina Úbeda –unidas por algo más que el título de Patrimonio de la Humanidad, es un auténtico museo renacentista, con la plaza de Santa María como el mejor resumen de su exquisito catálogo patrimonial, repleto de iglesias, casonas y palacios señoriales. Pero Baeza también es tierra de olivos, de aceite y poetas que se descubre a pie, sentado a una mesa o desde sus miradores sobre el valle del Guadalquivir. 

 

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O CEBREIRO 

Desde hace siglos, los peregrinos del Camino Francés de Santiago hacen parada obligatoria en este pueblo de los Ancares lucenses que es la puerta de entrada a Galicia, el lugar de descanso tras el fatigoso esfuerzo de atravesar el monte. Un pueblo auténtico con calles y casas de piedra, donde se produjo el milagro del Santo Grial, y que conserva aún en pie muchas de sus antiguas pallozas, las viviendas prerrománicas. 

  

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