Por qué mi viaje a Malta superó todas mis expectativas


Entre acantilados áureos, calas secretas y una riqueza cultural difícil de igualar, encontré en esta isla un refugio con más de 8.000 años de historia que merece ser vivido al menos una vez en la vida

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VisitMalta


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27 de octubre de 2025 - 9:17 CET

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Viajar es una de mis mayores pasiones, y después de recorrer muchos rincones de Europa, pocos lugares me han sorprendido tanto como Malta. Es un destino lleno de matices: una mezcla fascinante de culturas, idiomas, colores y sabores que conviven en un archipiélago con el tamaño perfecto para recorrer de punta a punta en una escapada exprés. Tiene algo que no he sentido en ningún otro lugar, una energía cálida y acogedora que te hace sentir parte de su historia desde el primer día.

Es uno de esos lugares que recomendaré siempre, no solo por su belleza, sino por su carácter genuino, porque es ideal para disfrutar durante todo el año –con más de 300 días de sol al año– y por su riqueza cultural tan diversa. Y es precisamente por eso que quiero compartir las razones por las que me cautivó tanto este pequeño, pero gran destino, y por las que, con casi completa seguridad, volveré:

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1. Por su historia viva y tangible

Malta se disfruta en cada paso y se conoce con mucha facilidad. Sus calles de piedra, sus plazas silenciosas y sus balcones antiguos son un testigo constante de civilizaciones que dejaron huella: fenicios, cartaginenses, romanos, árabes, los caballeros de la Orden de San Juan, franceses, británicos... Es dar un pequeño vistazo y entender por qué La Valletta, la capital más pequeña de la Unión Europea, es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Cada rincón, desde iglesias hasta cafés, cuenta una historia.

Lo que más me sorprendió fue apreciar cómo el pasado sigue vivo, más allá de los monumentos. En Mdina, caminar por sus callejuelas es escuchar siglos de historias susurradas en el aire. En Rabat, las catacumbas y los mercados muestran tradiciones que se transmiten de generación en generación. Y en los pueblos más pequeños, las fiestas locales unen a familias, locales y viajeros en una misma energía. Sin tener mucha idea de lo que me iba a encontrar, fui a Gozo y descubrí Ġgantija, los templos más antiguos del mundo, ¡más antiguos incluso que Stonehenge y las pirámides de Egipto! Está de más decir que superó todas mis expectativas y me recordó que la historia en Malta se siente, se respira y se admira en cada recoveco.

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2. Por el Mediterráneo en su versión más pura

Las aguas que bañan el archipiélago tienen una claridad que no pensé ver ni en mis mejores sueños. En lugares como Blue Lagoon (Laguna Azul), en Comino, o Għajn Tuffieħa, el azul se funde con el cielo y no puedes desear otra cosa que no sea detenerte un instante. Es un destino de calas silenciosas y amaneceres que se disfrutan sin prisa, con un café en la mano y el sonido de las olas como soundtrack.

Una tarde tomé un barco hacia Gozo —un plan que tienes que hacer sí o sí— y entendí por qué tantos viajeros regresan con la sensación de haberse desconectado del mundo. Cada baño se convierte en un pequeño regalo. Navegar entre Malta, Gozo y Comino es casi terapéutico, el viento, el sol y el horizonte recuerdan que el bienestar puede ser tan simple como respirar profundo y dejar que el paisaje te envuelva.


3. Por su manera de concebir el bienestar

 En Malta no solo se habla de wellness, se vive en primera persona. No hacen falta spas de lujo ni retiros exclusivos para desconectar, basta con caminar sin rumbo, dejarse acariciar por la brisa o sumergirse en el mar al final del día.

Yo estaba dispuesta a vivir una experiencia 100 % local, y por eso, una mañana en Marsaxlokk, el puerto de pescadores, terminé subida a uno de los luzzus —esas barcas de colores pintadas con ojos protectores llamados Horus, un símbolo emblemático del Antiguo Egipto que representa protección— y sentí que estar ahí, en sí mismo, una terapia. El bienestar en Malta no se mide en horas de descanso, sino en la calidad de los silencios, en la forma en que la isla te enseña a bajar el ritmo y a disfrutar lo simple. Cuidarse es una consecuencia natural del día a día.

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4. Por su gastronomía histórica

La cocina maltesa fue, sin duda, de lo que más me sorprendió. Refleja su historia a través de una mezcla de influencias árabes, italianas y mediterráneas, traducida en platos generosos, llenos de sabor y color. En mi primera noche probé la ftira recién horneada, y su sencillez cálida y auténtica me dio la bienvenida a la isla.

 Caminar por Mdina me llevó a pequeñas cafeterías y pastelerías donde los pastizzis, dulces o salados, se disfrutan mientras contemplas calles empedradas, murallas milenarias y balcones de colores. En Gozo, las queserías locales elaboran el Ġbejniet, un queso de cabra u oveja que se degusta acompañado de vino y del paisaje rural, ofreciendo un vínculo directo con la tierra y la tradición. Y en Sliema, St. Julian’s y otros puntos urbanos, los restaurantes frente al puerto combinan pescado fresco, pulpo a la parrilla y pastas con productos locales mientras observas la vida marítima y la arquitectura histórica, transformando cada comida en un momento sensorial completo.

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5. Porque invita a reconectar

Quizá lo que más me marcó fue la sensación de calma que impregna todo en medio de la mezcla de culturas que conviven en la isla. Malta te envuelve y te invita a vivir el slow travel en su máxima expresión: bajar el ritmo, mirar más y planificar menos. Al mismo tiempo, es un destino para quienes buscan combinar relax y aventura.

 Desde rutas de senderismo con vistas impresionantes, paseos en kayak o barco, hasta buceo y esnórquel en aguas cristalinas, cada día ofrece la posibilidad de descubrir algo nuevo. Los acantilados de Dingli, la Laguna Azul en Comino, la Reserva Natural de Ghadira o la Blue Grotto se convierten en escenarios perfectos para reconectar con la naturaleza y contigo mismo. En Malta, lo más valioso de un viaje no está solo en lo que haces, sino en cómo lo vives, y cada actividad se convierte en un momento memorable que combina calma, asombro y autenticidad.

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