Madrid no es solamente una ciudad, también es un estado de ánimo. Y pocas veces la hemos visto tan bien representada en la actualidad como en Valeria, la exitosa serie de Netflix basada en las novelas de Elisabet Benavent. Esta producción, que ya lleva cinco temporadas desde 2020, no solo nos ha conquistado con la historia de su protagonista (la actriz Diana Gómez), una escritora en crisis, y su inseparable círculo de amigas -Lola, Carmen y Nerea-, sino que también nos ha mostrado una capital espectacular. Cada calle, cada bar y cada plaza es un escenario perfecto para la complicidad, el amor y la búsqueda de la propia identidad.
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Desde tomar un café en el mismo sitio que ellas, donde tan profundas conversaciones han mantenido, o vivir un momento alocado en una azotea con vistas de ensueño. Te invitamos a este recorrido por los rincones más emblemáticos de la serie, un paseo que puedes seguir paso a paso gracias a la ruta Siguiendo a Valeria por Madrid de Loquis, la plataforma de podcast de viajes, que ha convertido estos escenarios en una experiencia sonora.
Donde todo comienza: el latido de la Gran Vía
Toda gran historia necesita un epicentro, y para el grupo de Valeria ese no es otro que el corazón de Madrid: la Gran Vía y la Plaza de Callao. Esta avenida, con sus majestuosos edificios, tiendas y carteles luminosos, es el punto donde la protagonista inicia su odisea personal y profesional. ¡Esta zona representa la energía imparable de un gran comienzo!
Chueca: el refugio bohemio que más inspira
El animado barrio de Chueca es el refugio de los giros más inesperados de la serie. Adéntrate en el Lucky Dragon (Estrella, 3), un bar de atmósfera exótica y enérgica con buena música. Es en este enclave de decoración asiática, telas y neones donde el destino de Valeria da un vuelco total cuando se encuentra con Víctor (Maxi Iglesias), demostrando que los giros más inesperados pueden ocurrir en cualquier sitio. Simplemente, tenemos que salir de casa y recorrer nuestro querido Madrid para que ocurran.
Y a donde acuden en busca de calma es al Café Frida (San Gregorio, 8), un luminoso, healthy y adorable local salpicado de detalles artísticos. Aquí, las chicas se dedican a la escritura, la reflexión o salir de su caos. Lo que más necesitamos para escapar de la vorágine urbana es restaurante acogedor y bohemio como este, donde poder disfrutar desde un menú del día rico y saludable hasta un café acompañado de crepes recién hechos.
De tapas: La Latina y San Antón
Los escenarios gastronómicos de la serie nos recuerdan la importancia de los pequeños placeres compartidos. El Mercado de San Antón (Augusto Figueroa, 24) es testigo de las tapas que comparten en uno de los episodios Valeria y Carmen, a la vez que de una conexión profunda entre amigas.
El Viajero (Plaza de la Cebada, 11), en el barrio de La Latina, es un bar rojizo por fuera que hace equina. Ofrece brunch, tapas y cócteles, con mesas a pie de calle y una terraza que domina el casco antiguo. Aquí se celebran los logros, soñando con el futuro bajo las estrellas y con vistas a la catedral de la Almudena. A pocos pasos, la Plaza de los Carros es un respiro sereno para algunas de las conversaciones más cruciales de Valeria y Víctor.
De noche y de día
El Teatro Barceló (Barceló, 11), antiguamente Pachá, es un ícono que se remonta a la legendaria movida madrileña. También es la discoteca en la que el grupo celebra la vida con noches de música y baile.
Para hacernos con el mejor selfie, nada mejor que subir arriba del todo del Hotel Riu Plaza España (Gran Vía, 84) y encontrarnos con su famosa pasarela de cristal. Desde este rascacielos que combina historia y modernidad, la protagonista y sus compañeras comparten un instante inolvidable mientras contemplan las impresionantes vistas panorámicas de la capital.
Cerrando ciclos
Este viaje finaliza en dos escenarios de profunda carga simbólica donde pararse a reflexionar sobre todo el camino que llevamos.
En el Templo de Debod (Ferraz, 1), un fragmento de historia egipcia traído a Madrid, Valeria busca la serenidad que solo puede ofrecer una puesta de sol espectacular. Cerrar ciclos o encontrar la claridad ante decisiones importantes se hacen más llevaderos aquí.
Finalmente, la majestuosa Plaza de Oriente, enmarcada por el imponente Palacio Real, es el escenario de una celebración. Aquí, rodeadas de historia y belleza, Valeria y sus amigas brindan por el final de una etapa y el comienzo de nuevos y apasionantes capítulos, rindiendo el homenaje final a esa amistad inquebrantable que es el verdadero motor de la serie.