"Pasear por estas montañas es paz, calma absoluta. Mi ritual veraniego en familia". Andrea Ropero es feliz en su tierra. Nació en Binaced, un pequeño pueblo de Huesca situado en la ribera del río Cinca, y aprovecha siempre que puede días libres o vacaciones para perderse por la provincia y reconectar con sus orígenes. La hemos visto en Roda de Isábena, la joya de la Ribagorza que alberga la catedral más pequeña de España y la más antigua de Aragón; en Arguis, en la comarca de la Hoya de Huesca; paseando por las calles empedradas de Boltaña; y, este verano, ha compartido en sus redes sociales una de las excursiones que ha realizado por el valle de Tena, junto a su pareja, el también periodista y presentador Iñaki López, y sus hijos: la subida al ibón de Piedrafita, un lago de origen glaciar que se esconde bajo la imponente Peña Telera. Sin duda, una buena recomendación para apuntar como próxima escapada.
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CÓMO LLEGAR
Ver el reflejo de las montañas circundantes en el lago glaciar, rodeados de prados alpinos y bosques de pino y abeto, es el gran premio de esta excursión por el valle de Tena. La ruta es relativamente fácil y accesible, permitiendo disfrutar de un entorno salvaje sin necesidad de un gran esfuerzo físico. El punto de partida se encuentra en el parque faunístico Lacuniacha, en Piedrafita de Jaca, a una hora y media de coche desde Huesca capital. En el mismo pueblo o en las inmediaciones del parque puedes aparcar con facilidad antes de iniciar la ruta.
LA RUTA AL IBÓN
No tiene pérdida, ya que el recorrido está perfectamente señalizado. Se inicia por una pista forestal rodeada de praderas, donde es fácil encontrar flores silvestres y pequeños arroyos que cruzan el camino. Poco a poco, el sendero se adentra en un bosque, ofreciendo sombra y un agradable frescor en los tramos más soleados.
El ascenso es suave y constante, y tras la última curva, el paisaje se abre de golpe: ante los ojos aparece la Peña Telera, majestuosa y rocosa, ya sus pies, el ibón, reflejando el azul del cielo y los verdes prados circundantes. El contraste entre los colores del lago, la montaña y los prados es uno de los grandes atractivos de la excursión. A lo largo del camino hay varios puntos de descanso, perfectos para un pícnic, observar aves o simplemente disfrutar del silencio del valle antes de alcanzar la recompensa final: el ibón de Piedrafita, un auténtico paraíso alpino en el corazón del Pirineo aragonés.
- Duración: unas 2 horas y media (ida y vuelta).
- Distancia: aproximadamente 6 kilómetros en total.
- Desnivel: unos 300 metros.
- Dificultad: fácil. Apta para familias con niños acostumbrados a caminar.
EL LABERINTO DE LOS PIRINEOS
Muy cerca del inicio de la ruta, a solo 2 kilómetros de Piedrafita de Jaca, se encuentra el Laberinto de los Pirineos, una actividad perfecta para completar una jornada familiar tras la excursión por la montaña. En este, pequeños y grandes ponen a prueba su sentido de la orientación y sus habilidades buscando la salida en un laberíntico entramado de setos verdes llenos de pasillos y giros inesperados.
Inspirado en el laberinto de Villapresente, en Cantabria, ocupa más de 5000 metros cuadrados y recorrerlo puede llevarse entre 30 y 40 minutos, según la destreza de cada uno. Cuenta con una entrada y una salida principal, además de cinco salidas de emergencia, señalizadas “por si alguien se agobia y necesita salir antes”, según explica su creador, el monitor de esquí Juan Fanlo, que tardó cuatro años en construirlo.
Después de superar el desafío y encontrar la salida, puedes relajarte en la cabaña, donde se sirven refrescos y algunos snacks, o disfrutar de un almuerzo campestre en la zona de pícnic a los pies de Peña Telera, con vistas al impresionante valle de Tena. ¿Más emociones en este entorno? Sí, la que ofrecen el Parque Faunístico Lacuniacha, un bioparque de 30 hectáreas donde podrás descubrir la flora y fauna de las especies que habitan –o habitaron– el Pirineo; la tirolina doble más larga y alta de Europa, que te hará volar a 90 kilómetros por hora sobre las aguas del embalse de Búbal; y el columpio gigante suspendido, también sobre este, que se balancea desde una pared de 150 metros de altura, para quienes buscan un subidón de adrenalina.
DÓNDE COMER
Después de la excursión al ibón de Piedrafita, hay varias opciones para reponer fuerzas y disfrutar de la gastronomía local. Con una visión innovadora, el restaurante Lavedán (restaurantelavedan.com), en Tramacastilla de Tena, donde probar una reconocida gastronomía de montaña. Y, en la misma localidad, el restaurante del hotel del mismo nombre, donde probar sus platos de cuchara, migas de pastor y carnes de buey y ternera a la piedra.
QUÉDATE DORMIR
Si quieres alargar la estancia, en Piedrafita de Jaca está Piedrafita Mountain Lodge (piedrafitamountain.com), que ofrece chalets de madera a 1300 metros de altitud, con confort y vistas excepcionales. También recomendable, La Borda del Pueyo, un alojamiento rural, una antigua borda restaurada en El Pueyo de Jaca, que conserva la esencia y el estilo del Pirineo.