La provincia de Guadalajara guarda muchos rincones secretos entre montañas, hoces, pinares y ríos. Como estas pozas y zonas de baño alejadas de las masificaciones, ideales para pasar un día de verano sumergidos en aguas cristalinas, rodeados de silencio y belleza natural. Ya sea en el corazón del Parque Natural del Alto Tajo o en las estribaciones de la Sierra Norte, son perfectas para una escapada refrescante y memorable. ¡Te van a encantar!
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Está en el término de Zaorejas y es uno de los lugares más icónicos del Alto Tajo, donde el río se remansa bajo un antiguo puente romano, formando una poza. Junto a él se ha creado una playa de piedra en las aguas cristalinas del río, con un tobogán natural de piedra que añade diversión al baño. El entorno es ideal para pasar el día: hay sombra, vegetación y zonas para comer. En verano, el acceso se regula para preservar el entorno, por lo que previamente hay que reservar plaza de aparcamiento (3€ a diario; 7 € fin de semana) en la web del parque natural (canondeltajo.es).
Sin moverte del Parque Natural del Alto Tajo, este rincón de Poveda de la Sierra te sorprenderá con su cascada, fruto del hundimiento de la antigua presa de La Chorrera sobre el río Tajo, y que se observa cómodamente desde un mirador junto a las Casas del Salto, al que se puede llegar en coche y luego 5 minutos andando. A sus pies se forman pozas profundas rodeadas de vegetación y roca escarpada. Para ver el salto desde su base hay que completar una ruta circular sencilla de 5 kilómetros (1 hora y 30’) que arranca en el área recreativa de Taravilla. Sin apenas desnivel, el sendero, que en algún pequeño tramo acompaña el río, pasa por la laguna de Taravilla, el puente colgante y varios miradores.
En julio y agosto el aparcamiento junto a la laguna de Taravilla y la pista está regulado: reserva obligatoria a través de la web del parque natural (canondeltajo.es), con tarifas de 3 € entre semana y 7 € fines de semana y festivos.
POZA DE LA CASCADA DEL ALJIBE
Entre prados, jaras, robles y encinas discurre la ruta circular que lleva desde Roblelacasa, pedanía de Campillo de Ranas, en la ruta de los Pueblos de la Arquitectura Negra, a la bonita cascada del Aljibe, una de las más espectaculares de la Sierra Norte, donde el agua cae en dos saltos que suman 10 metros de altura formando sendas pozas rodeadas de bosque. El premio después de recorrer los 4 kilómetros de sendero es darse un baño con el pico Ocejón como telón de fondo. Ya fresquitos se puede continuar caminando hasta el pueblo abandonado de Matallana.
A unos 3 kilómetros de Cantalojas, puerta de entrada al hayedo de Tejera Negra –uno de los bosques más emblemáticos del norte de Guadalajara–, descubrirás estas pozas naturales en el cauce del río Sorbe, rodeadas de pinos y bosque mixto. Antes de darte un refrescante baño, tendrás que caminar unos 45 minutos por senderos bien señalizados que atraviesan antiguos molinos y puentes tradicionales. El lugar es completamente salvaje y sin servicios, lo que potencia su belleza natural y su tranquilidad.
Un secreto más en el Parque Natural del Alto Tajo es esta impresionante piscina natural que encontrarás cerca del municipio de Ocentejo. Para llegar hay que realizar una ruta de senderismo de unos 8 kilómetros (ida y vuelta), con un desnivel aproximado de 200 metros, que transcurre por bosques de chopos, álamos y sargas, a la vez que ofrecer vistas espectaculares del cañón. Al final del recorrido descubrirán una poza de aguas limpias y turquesas, perfecta para darse un baño en un entorno natural y salvaje. El sendero es de dificultad moderada, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado y agua suficiente.
No muy lejos, entre Ocentejo y Valtablado del Río, está la zona conocida como Los Ceños, un rincón para darte un baño algo menos concurrido. Aquí el río ha tallado pozas y pequeñas cascadas entre la vegetación. Aunque el acceso requiere coche por pista forestal, el esfuerzo se ve recompensado por un espacio tranquilo, con sombra natural y zona de pícnic, perfecto para pasar el día en plena naturaleza.
POZA DE LA SALUD
Puerta del Alto Tajo, Trillo es conocido por las sonoras cascadas del río Cifuentes que crean un bonito paseo urbano en el mismo centro del pueblo y los afamados baños de Carlos III, pero tal vez no sepas que también posee zonas naturales aptas para el baño, aunque no se trata de piscinas naturales en el sentido estricto. Una de las más conocidas es la Poza de La Salud, un remanso de agua alimentado por el río Tajo en un entorno natural y tranquilo a solo 2 kilómetros del pueblo, al que se puede llegar a pie en 20 minutos o en coche hasta un aparcamiento próximo.
Más allá de las rutas del Alto Tajo o los hayedos de la Sierra Norte, existen otras piscinas naturales en la provincia de Guadalajara, donde pasar el día en familia o refrescarte sin largas caminatas. Entre ellas, destacan las Pozas del Vadillo en el pueblo de Abánades, un pequeño oasis junto al río Tajuña con zona de césped, sombra y merenderos (en la imagen). También fácil de alcanzar es La Toba, en Jadraque, una piscina natural en el río Bornova equipada con mesas y zonas verdes. Más escondida está la Poza de Doña Urraca, bajo un antiguo puente árabe en Puebla de Valles. Este pequeño rincón rodeado de tierras rojizas se alcanza con una breve caminata desde el pueblo, por un sendero algo empinado.