Una buena idea, eso sí, es arrancar la experiencia por uno de los referentes gastro de la ciudad, Héroine (restaurantheroine.nl), que a manos de Eva Eekman y Michael Schoock lleva desde 2017 revolucionando la escena culinaria con unos menús degustación con los que viajar, a través de los olores y sabores, por todo el planeta. Su hermana pequeña, por cierto, llegó hace año y medio pisando fuerte: ubicado en el original Floating Office Rotterdam, el complejo de oficinas flotantes más grande del mundo, Putaine (restaurantputaine.nl) propone recetas de aprovechamiento adaptadas a la nueva cocina y una carta de cócteles tan sorprendente como exquisita.
Una ruta por los pueblos más bucólicos de los Países Bajos
El chef Alexander Wong –y su interesante carrera entre fogones– es el responsable de OX (ox-rotterdam.nl), un singular restaurante clandestino cuya ubicación solo será desvelada una vez tengas hecha la reserva. Cuando llegues al lugar, tranquilo: que el aspecto decadente y medio abandonado del edificio, de paredes desconchadas y escaleras poco cuidadas, no te cree prejuicios: cuando pruebes sus exquisitos platos y cócteles, inspirados en los sabores chinos, pero con influencias malayas, lo entenderás.