De Villatoro a El Barco de Ávila (Ávila): paleta de pintores

En el puerto de Villatoro se da la bienvenida a las tierras que baña el río Corneja. Hasta desembocar en el Tormes, el recorrido por el valle que enamoró a Goya y a Benjamín Palencia está lleno de rincones naturales, perspectivas de altura y pueblos con señorío.

Panorámica de Bonilla de la Sierra, en la que sobresale su monumental iglesia
Esperanza Moreno

Te quedan x días gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Te quedan pocas horas gratis. Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Estás en tu periodo de prueba gratuita. Sigue disfrutando de ¡HOLA!+.

HOLA.com, tu revista en internet

Tu período de prueba gratuita en ¡HOLA!+ se ha activado con éxito

Disfruta de todo el contenido totalmente gratis durante 7 días.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Ya tienes una suscripción activa.

Recuerda navegar con tu sesión iniciada.

Nuestras vidas son los ríos, decía Jorge Manrique. Y la de este valle abulense la marca el Corneja, fuente de vida de un paisaje de agua y verdor, salpicado de praderas y molinos, pero también de castillos y villas ducales y hasta episcopales, que guardan un rico patrimonio en piedra y el recuerdo de ilustres personajes. Para hacernos una primera idea de lo que esconde, conviene contemplar la panorámica al coronar el puerto de Villatoro. Pocos kilómetros después sale a la izquierda el desvío hacia Villafranca de la Sierra, el pueblo en el que Benjamín Palencia encontró su refugio estival. Era 1941 y el pintor se enamoró del sosiego de este apartado rincón y de su colorido paisaje, que plasmó magistralmente con sus pinceles. En busca de esa misma inspiración se llega hoy hasta este pueblo serrano y se descubre su tipismo: la plaza mayor con soportales, el pilón de cuatro caños, la espléndida iglesia y los restos de su castillo-palacio del siglo XIII.

Puente medieval de Ávila©Francisco Martín
Puente medieval de El Barco de Ávila y, al fondo, el imponente castillo de Valdecorneja.
Acceso a la versión digital

Una vez en el entorno, seguiremos la ruta de los Molinos, que lo une a Navacepedilla. La carretera asciende por la parte alta del valle hasta llegar a este pueblo para visitar su recién inaugurado Museo del Pan y, más allá, al puerto de Chía, que regala una amplia panorámica. De regreso a la N-110, entre dehesas de encinas, está la siguiente parada: Bonilla de la Sierra, un pueblo muy pequeño, pero que se ha hecho un hueco entre los más bonitos de España y con una iglesia enorme dedicada a San Martín de Tours. Tiene su explicación, pues en esta villa descansaban los obispos abulenses cuando querían alejarse de la ciudad. Una especie de Castel Gandolfo (retiro italiano de los papas) en tierras castellanas. Cruzando la Puerta de Piedrahíta se camina por sus calles empedradas, admirando casas populares con escudos hasta alcanzar la plaza porticada, donde además del templo gótico se levanta el palacio-castillo medieval en el que se alojaban los prelados. Conduciendo unos kilómetros más nos acercamos a Piedrahíta, la capital del valle, cuyo nombre va unido a la dinastía de los Alba.

Panorámica de Bonilla de la Sierra, en la que sobresale su monumental iglesia©Francisco Martín
Panorámica de Bonilla de la Sierra, en la que sobresale su monumental iglesia.

De la nobleza del lugar da testimonio la plaza de España, centro de la vida de esta villa nacida al abrigo del poderoso señorío de Valdecorneja, la iglesia de la Asunción o casonas como la del poeta Gabriel y Galán. Pero ningún monumento hace sombra al Palacio Ducal, al que doña Cayetana, la primera duquesa de Alba, dotó de un interesante ambiente cultural. En él pasó el verano de 1786 su amigo Francisco de Goya pintando retratos y bocetos y aireándose en sus jardines de aire francés. En busca de perspectivas del Corneja, dos que no hay que perderse son el puerto de Peñanegra y el castillo de El Mirón. Las aguas de este río se funden, después de recorrer 40 kilómetros, con las del Tormes, el río que baña El Barco de Ávila. En torno a la calle Mayor se agrupan buena parte de sus lugares de interés, pero hay que seguir el paseo que recorre su orilla para ver asomar otros hitos del “barco” varado, como el castillo de Valdecorneja. Ningún lugar mejor que a los pies de las almenas de la que fue morada del Gran Duque de Alba para poner punto y final a este recorrido por la naturaleza y la historia abulense.

Molino del tío Alberto, Ávila©Francisco Martín

No dejes de...

Visitar el molino del tío Alberto. Es el mejor conservado de los 22 de la ruta de los Molinos del Corneja. Testimonio de una época pasada en la que la vida giraba alrededor de estas inmensas piedras de moler. Durante la visita podemos admirar la antigua maquinaria restaurada y la vivienda del último molinero del entorno. Se encuentra en la carretera de Villafranca de la Sierra a Navacepedilla de Corneja. La ruta completa tiene 8,5 kilómetros (ida).

Guía práctica

Guía práctica

Panorámica de Bonilla de la Sierra, en la que sobresale su monumental iglesia©Francisco Martín
Cuándo ir

El colorido del valle del Corneja en otoñoes de lo más sugestivo.

Cómo llegar

Villatoro está a 30 minutos de Ávila. El valle del Corneja se extiende a ambos lados de la N-110.

Qué ver

VILLATORO. Entre su patrimonio monumental se encuentra la iglesia de San Miguel, los restos del castillo –hoy hotel– y varios verracos celtas.
CENTRO DE RECEPCIÓN DEL VALLE DEl CORNEJA. En Villafranca de la Sierra. En él se ofrece información sobre paseos ornitológicos, visitas de patrimonio…
MUSEO DEL PAN. En Navacepedilla de Corneja (tel. 690 25 59 99).
BONILLA DE LA SIERRA. La que fuera villa episcopal conserva la iglesia colegiata, que se levanta en la plaza medieval, la muralla, el castillo (propiedad privada) y el pozo-aljibe de Santa Bárbara.
PIEDRAHÍTA. No hay que perderse la plaza de España, el palacio de los Duques de Alba (hoy centro escolar), la ermita de la Virgen de la Vega y la plaza de toros.
PEÑANEGRA. El puerto que comunica el valle del Corneja con la sierra de Gredos es elegido para la práctica del parapente.
CASTILLO DEL MIRÓN. A 15 kilómetros de Piedrahíta, en un altozano del pueblo que le da nombre.
EL BARCO DE ÁVILA. Desde la oficina de turismo arranca una ruta de 3,5 kilómetros por sus espacios más relevantes.

Dónde dormir

TORRE MAYORAZGO (Villatoro, torremayorazgo.es). Arquitectura de vanguardia construida a partir de un antiguo castillo. Sabores de la tierra en su restaurante y piscina al aire libre.
RIBERADEL CORNEJA (Navacepedilla de Corneja, riberadelcorneja.es). Complejo rural formadopor 17 casitas adosadas llenas de detalles.
CAYETANA (Piedrahíta, hotelruralcayetana.com). Pequeño hotel rural con encanto con solo cinco habitaciones.
PUERTA DE GREDOS (El Barco de Ávila, izanhoteles.es). Antiguo secadero de lanas en una gran finca con vistas a Gredos. Restaurante y spa con piscina climatizada.

Dónde comer

GOYA (Piedrahíta, hostaldegoya.com). Cocina tradicional en un clásico de la localidad.
EL ALMIREZ DE FRANCISCO ÁLVAREZ (El Barcode Ávila, restaurantealmirez.es). Carnes a la brasa (también pescados) y judías de El Barco,con denominación de origen.

Más información

VALLE DEL CORNEJA, vivevalledelcorneja.org
TURISMO DE ÁVILA, turismoavila.com


Más sobre