Castellar y Jimena de la Frontera, dos pueblos preciosos para volver a Cádiz

Comparten algo más que un apellido. En pleno Parque Natural de los Alcornocales, estas dos localidades gaditanas son síntesis de la estética andaluza: blancas, están perfumadas por flores y sus caseríos en lo alto se reúnen en torno a un castillo con vistas al estrecho de Gibraltar. Además, las une el primer sendero señalizado de nuestro país.

por MANUEL MATEO PÉREZ
Jimena-de-la-frontera

Castellar de la Frontera lo forman tres núcleos de población: el pueblo moderno, el convento de San Miguel de La Almoraima y Castellar Viejo. Es este tercero el más encantador de todos, conocido por sus vecinos como el Castillo. Aprisionado entre las murallas de una vieja fortaleza del siglo XIII y en un cerro con vistas, hoy es el resumen perfecto de un pueblo andaluz, un conjunto de casitas encaladas en primavera, callejas empedradas, fuentes de agua limpia y arriates donde florece el jazmín y el limonero.

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Desde lo alto de las murallas podemos divisar el mar. Hacia el oeste, las aguas esmeraldas del embalse de Guadarranque y los cerros tapizados de encinas y alcornoques. Es un mirador idílico, un espacio icónico donde Europa acaba y apenas veinte kilómetros más al sur arranca África.

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JIMENA DE LA FRONTERA

Más feraz y serrana que su vecina Castellar, Jimena resulta encantadora, por sus calles y plazas decoradas con geranios y flores de vivos colores y sus casonas solariegas de rica forja e intrincadas balconadas del casco histórico. En la plaza de la Constitución veremos la torre de Santa María la Coronada, el antiguo campanario de una vieja iglesia hoy desaparecida.

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Las calles de Castellar se estrechan, serpentean y suben hasta las faldas del cerro de San Cristóbal. Antes dejan a un lado la iglesia barroca de La Victoria y el templo de la Misericordia, convertido de unos años a esta parte en un centro cultural.

Pero donde Jimena de la Frontera cobra todo su sentido histórico es en su castillo. Dominador y altanero, la torre del homenaje ofrece una panorámica impagable del Parque Natural de Los Alcornocales –el mayor bosque de alcornoques de la península, en cuyo interior también descubrimos las pinturas rupestres de la cueva de La Laja– y la costa a lo lejos. Desde el paseo de ronda, a la caída de la tarde, el sol cae hasta derretirse en las aguas cercanas coloreando un paisaje de inenarrable belleza.

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EL SENDERO QUE LAS UNE

Solo 22 kilómetros separan Castellar y Jimena en coche. Andando, 15 por el primer sendero señalizado en el país, el GR-7, que lleva de la costa de Cádiz a Andorra. El camino, cómodo y sin apenas desniveles, comienza en el pueblo nuevo de Castellar y discurre entre tierras de labor, fincas ganaderas, los primeros bosques del parque y ríos de aguas permanentes.

La primera mitad del camino discurre próximo a la vía férrea Algeciras-Bobadilla, dejando a la izquierda las primeras estribaciones montañosas de la denominada Sierra de los Melones. Luego cruza la vía del tren y el puente de La Pasada de Alcalá, que salva el río Hozgarganta, cuyas riberas conforman un paisaje ameno decorado de quejigos, acebuches, madroños, brezos y alisos.

Con Jimena a lo lejos, el sendero deja a un lado los retos de la Real Fábrica de Artillería, una de las muchas fundaciones promovidas durante el gobierno ilustrado de Carlos III.

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GUÍA PRÁCTICA

Dónde dormir

En Castellar de la Frontera, La Almoraima (laalmoraimahotel.com) ocupa un antiguo convento mercedario en una de las fincas más grandes de España y reconvertido en uno de los mejores hoteles de la provincia. También en Castillo de Castellar (tugasa.com), cuyas habitaciones ocupan la primitiva fortaleza y algunas gozan de extraordinarias vistas al estrecho de Gibraltar.
En Jimena, El Diplomático Feo (eldiplomaticofeo.com) es un delicioso cortijo andaluz con una fantástica piscina de temporada y un extenso y cuidado jardín a los pies de la sierra y del pueblo blanco.

Dónde comer

La Gañania (laalmoraimahotel.com), en la finca La Almoraima de Castellar, es una de las mejores propuestas gastronómicas donde degustar asados, carnes rojas de la sierra, caza y productos de la huerta, además de platos de cuchara de inspiración marinera.
En Jimena está El Anón (hostalanon.com), que ofrece una cuidada cocina casera tradicional que mezcla recetas del interior con influencias de la costa cercana y un delicioso influjo de la cocina magrebí.
Especializado en pescado, El Copo (elcopo.es), en Los Barrios, donde probar desde una sencilla tortillita de camarones hasta el más delicioso atún rojo.

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