Las Letras es un barrio salpicado de importantes edificios históricos. Y uno de ellos es la aristocrática construcción que acoge el nuevo Room Mate Alba, el quinto hotel del empresario Kike Sarasola en Madrid. Pero, ¿quién es Alba? Primero, una amiga a la que se va a visitar a la capital, pero también una musa capaz de inspirar a cualquiera, de enamorar, pues la cadena la imagina como una joven bailarina de ballet clásico, sofisticada, elegante y dulce.
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El nuevo hotel ha conservado su fachada histórica del siglo XVIII, el zaguán, la escalera o el patio original. Pero su interior es un viaje por las estéticas decorativas de medio mundo. El artífice de su diseño no es otro que el prestigioso interiorista y anticuario Lorenzo Castillo, quien ha sido fiel al estilo aristocrático galdosiano del edificio, pero con guiños a las estéticas oriental y árabe. Para ello, se ha inspirado en estancias del Palacio Real, como el cuarto japonés donde Alfonso XII acostumbraba a debatir de política tras la cena o en los brillos de las lámparas de latón dorado de los años setenta y los faroles de cristal de La Granja.
Hay un regusto naturalista e ilustrado en los grabados que cuelgan de las paredes, en los papeles estampados de los pasillos y en el uso de los tonos áureos en las zonas de comedor, el salón y el lobby. En sus ochenta habitaciones domina una paleta fresca de azules verdosos y turquesas, el uso del roble macizo y los baños a la moda de la Secesión vienesa, con materiales clásicos como el gresite cerámico o las geometrías bicolor art decó.
Además de las habitaciones del Room Mate Alba –entre las que sobresalen las suites y las del ático–, el hotel boutique cuenta con salas de reuniones y un patio interior que acoge eventos y es punto de encuentro para los huéspedes, quien disfrutan, además, de los servicios que han hecho de los establecimientos de la cadena un love brand: el desayuno siempre hasta las doce del mediodía y el WifiMate, wifi gratis en toda la ciudad.