Pequeños cambios, grandes resultados: así puedes conseguir un salón bonito y acogedor para este otoño

Siempre insisto y creo que, cada año, lo confirmo: los textiles son los grandes aliados de tu hogar siempre que quieras darle una vuelta a la decoración sin grandes inversiones y sin tener que realizar muchos cambios.

Y es que, además, si de lo que hablamos es de crear un ambiente acogedor, van a ser los que más te ayudan. Y, por qué no, empieza por los cojines, es lo más fácil y económico.

Para este otoño, he encontrado y te recomiendo al 100% estos cojines de lino lavado de Maisons du Monde. Y son perfectos por dos motivos: el lino es un material natural que lleva varios años siendo una de las grandes apuestas en decoración y su color, el marrón moka no puede ser más de tendencia.

Sin embargo, te animo a que combines con otros colores que me parecen también perfectos para el otoño, como pueden ser el beige, el verde balístico o el terracota.

Son cojines de tamaño medio, con unas medidas de 45 x 45 centímetros y tienen cierre de cremallera en la parte trasera, para asegurarte que su forro no se mueve, pero, cuando quieras cambiarlos, puedas lavarlos fácilmente.

Y si hablamos de conseguir un salón acogedor a través de los textiles, no podemos olvidarnos de las mantas. Para mí, todo hogar debe contar con ellas, siempre preparadas para ser usadas por ti o por cualquier invitado al que quieras hacer sentir como en casa. 

La simple frase de sofá, manta y peli te viene a la cabeza y es de lo más reconfortante, ¿o no? Por eso, a mí me gusta tener durante todo el año un cesto enorme con varias de ellas junto al sofá. Voy variando su composición y grosor dependiendo de la época, pero siempre están ahí.

Una diseño que me gusta mucho para cuando comienza el otoño son los cuadros. Y no tienen por qué ser los típicos en rojo que te imaginas, sino que pueden ser de muchos colores y tamaños, el resultado es el mismo.

Un buen ejemplo es el de esta manta de lana ROMU de La Redoute Interiurs. Está confeccionada en  lana francesa Woolmark, por lo que, si no tienes un buen sistema de calefacción en casa te vas a enamorar. Su grosor es de 400 gramos, no tiene tintes ni químicos y, además, puedes elegir entre tres tamaños diferentes.

Este puf SANDARED de IKEA me sirve como ejemplo para hablarte del azul marino. Cuando pensamos en otoño, los primeros colores que nos vienen a la cabeza son el naranja, los marrones, el mostaza e, incluso, el granate. Pero nunca te olvides de esta tonalidad de azul, porque es tan versátil, que te la recomiendo mucho para que la conviertas en una constante en la decoración.

El azul marino ha sido siempre símbolo de elegancia y, antiguamente, un color aristocrático. De hecho, destronó al negro el año pasado durante el otoño-invierno. Y es que pasa de una época a otra del año sabiendo adaptarse. Verás cómo queda en invierno.

Combina perfectamente con casi todos los colores y, en mi caso, le doy cierto protagonismo con este tipo de mobiliario de apoyo que, quizás tú no utilices tanto (o sí), pero que captará la atención de tus invitados. 

Un puf que puedes necesitar en un momento concreto como asiento o que puede servirte como mesa auxiliar. Está disponible en tres tamaños diferentes (también hay diversidad de colores para su funda y con un entramado distinto) y su núcleo está fabricado en poliuretano. Es desenfundable y se puede lavar a máquina.

El otoño es el gran momento para llenar tu hogar con flores secas o ramos preservados, que, cada vez, están más de moda. Además, te pueden servir para añadir ciertos toques de color si no te atreves con otros elementos o seguir la continuidad de la paleta cromática que has elegido.

Si no quieres hacer el arreglo tú misma, te recomiendo un ramo como este de Maia Shop, conformado con paniculata (que siempre es un acierto) y eucalipto preservado, que, para mí, debería estar siempre presente.

Lo tienes en dos colores diferentes, aunque yo he elegido el burdeos, porque me parece mucho más otoñal. Todas las ramas son de alta calidad y naturales. Con él podrás suavizar las líneas de un salón muy moderno o minimalista. Si lo mantienes libre de polvo, te durará muchos años.

Al igual que con los textiles, siempre insisto en que las velas son grandes aliadas para crear un ambiente íntimo y acogedor en casa, por muy impersonal que sea el espacio. Y es que, con ellas, podemos crear puntos de iluminación (siempre cálida) donde queramos.

Yo tengo toda mi casa llena, pero las voy cambiando según estamos en una estación del año u otra, porque no siempre apetece lo mismo. Esto es, claro, porque todas desprenden un aroma concreto. Y, ahora, nos apetece algo intenso, dulce, que nos haga sentir bien con toda la vuelta a la rutina que tenemos por delante.

Un ejemplo es la vela Japonica Baltic Amber de Voluspa. Con su calidad de siempre y su mecha de algodón, tendrás un aroma muy especiado, con madera de sándalo, cedro y la dulce orquídea de vainilla.

En verano, las retiras; pero cuando se acerca octubre, es hora de ir desplegando tus alfombras. Y es que no hay nada que nos haga sentir mejor que descalzarnos al llegar a casa y entrar al salón por encima de una de ellas.

Por eso, he elegido este modelo STOENSE de IKEA, porque, desde que lo conozco, lo he puesto por muchos puntos de mi casa. Es una alfombra de relación calidad-precio buena, con muchos colores disponibles (este verde me parece estupendo) y pelo corto. Aún así, es el largo perfecto para sentir cómo se hunden ligeramente los dedos de tus pies al entrar en contacto con ella. Y es que, el pelo es bastante denso.

Tienes diferentes medidas y, gracias a sus bordes rectos, puedes unir varias unidades según la superficie que necesites cubrir. Está fabricada en polipropileno, con lo que soporta muy bien el paso del tiempo, pero te recomiendo no lavarla a máquina.

Además de un guiño a lo que está por venir, esta pequeña casa de Excelsa en Amazon es un detalle muy sutil que puede transformar un aparador, estantería o la mesa de centro en tu salón. Y lo consigue porque, con una pequeña vela (puede ser incluso eléctrica) se ilumina desde el interior, dándote la sensación de que dentro de esa pequeña casa hay un ambiente cálido.

Está fabricada en cerámica blanca y tienes dos modelos que puedes combinar, creando un pequeño pueblo iluminado. 

Por último, tras muchas visitas a páginas de decoración, me ha llamado la atención este retenedor de puertas de peluche que he encontrado en Leroy Merlin y no puedo dejar de pensar cómo quedaría en mi propia casa. 

Sí que es cierto que depende mucho de qué tipo de decoración y estilos tengas en casa, pero me parece un pequeño detalle muy acertado para esta temporada del año. Con su forma de perro, es perfecto para dar la bienvenida a un salón desde la puerta que da a la terraza o porche. Incluso, para la habitación de los niños.

Está fabricado con un relleno de algodón y arena, pesa alrededor de un kilogramo (con lo que no es difícil moverlo) y su exterior es de poliéster, para que sufra mejor el paso del tiempo y sea lo suficientemente resistente.