Los problemas no dan tregua a Mette-Marit de Noruega. Después de que se conociera que su enfermedad ha empeorado y que se está barajando un trasplante de pulmón, la Princesa se ha visto sacudida por un nuevo mazazo que afecta a un miembro de su familia. Además del próximo juicio al que se someterá su hijo, Marisu Borg, ahora se ha sabido que la escuela de pilotos de su hermano se enfrenta a la quiebra con una deuda de varios millones.
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Espen Hoiby tiene una importante participación en la Academia de Vuelo de Pilotos. La empresa acumula 31 avisos de impago por un total de casi cuatro millones de coronas (unos 3380.000 euros), según el medio VG, y amenaza con la quiebra, algo que el consejo de administración está intentando evitar por todos los medios. "Dado que la situación aún no está clara, pedimos su comprensión y esperaremos para responder a las preguntas hasta que la junta haya tomado una decisión final", ha dicho Henriette Moller, la directora general. Preguntado por esta situación, Espen Hoiby, hermano mayor de la Princesa no ha querido hacer comentarios a la prensa noruega sobre la situación económica de su empresa.
A pesar de estas dificultades, la escuela de pilotos ha cubierto la matrícula de estudiantes de enero para el nuevo curso. Los alumnos deben abonar 12.700 euros en concepto de matrícula antes del inicio de clases y en total el curso saldría por casi unos 100.000 euros.
Lo cierto es que esta Navidad la princesa Mette-Marit ha sembrado la alarma después del comunicado que envió la Casa Real por sus problemas de salud. Sin embargo, la noticia ha generado una ola de solidaridad en el país nórdico, donde el sistema de salud ha percibido un notable cambio. Escasas horas después de la declaración oficial de Palacio, se produjo un llamativo aumento de donantes registrados en Helsenorge, portal oficial de salud de Noruega en el que se solicita una tarjeta de donante con la que se confirma además que cada usuario ha informado a sus allegados de su voluntad. El pasado 18 de diciembre un día antes de conocerse el empeoramiento de Mette-Marit, se apuntaron 48 personas al listado, pasando a 58 un día después y así sucesivamente hasta 112.