El papel de Mette-Marit de Noruega en la crisis de Marius Borg ha sido cuestionado. Quizás algún lector avezado crea que este artículo ya lo ha leído y, en parte, no le falta razón. Sería más correcto decir que el papel de Mette-Marit vuelve a ser cuestionado en un segundo libro. El escándalo del hijo que tuvo la Princesa antes de su matrimonio con el príncipe Haakon está generando todo un fenómeno literario a su alrededor. Primero fue Rayas blancas, ovejas negras, que aborda los vínculos de Marius con el crimen organizado y el narcotráfico y ahora acaba de la autora Kjersti Kvam ha publicado Fuera de control, sobre el mediático caso. Si hay un punto en común entre ambos títulos es que los dos ponen en tela de juicio el papel de Mette-Marit, pero, además, este último libro va más allá.
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Cuando Marius Borg fue detenido por primera vez en agosto del pasado año, la Policía tuvo la deferencia de avisar antes a su madre, que una vez supo que su hijo iba a ser arrestado, se fue a su casa a limpiar el piso a fondo. Además, cuando tuvo que entregar su móvil en comisaria, se lo encontraron roto y sin la tarjeta sim. También llegó a ponerse en contacto con la víctima, la pareja entonces de su hijo. Casa Real confirmó que tuvo lugar este contacto sin dar más detalles, tan solo que había sido algo humano. Petter J. Groden, abogado de la exnovia de Marius Julianne Snekkestad, formuló en octubre del año pasado una petición a la policía para que interrogue a la Princesa. "La situación de las pruebas es tal que creemos que lo natural es que contemos con su explicación", afirmó entonces, aunque por el momento no parece que haya tenido lugar el interrogatorio solicitado.
En su momento este comportamiento, de una madre desesperada, ya levantó ampollas, y en Rayas Blancas, ovejas negras relatan que se enfureció cuando las autoridades no la avisaron de la segunda detención de Marius. Sin embargo, Fuera de control, escrito a partir de las historias de tres periodistas expertos en el caso del medio noruego Se & Hor, retrata a una princesa que olvida su papel institucional como futura reina cuando se trata de proteger a su hijo mayor. Además, cuenta cómo esta actitud se remonta tiempo atrás del estallido del escándalo. Es decir, la Princesa le protegió hasta que el asunto se le fue de las manos.
Según relata su autora, la esposa de Haakon de Noruega intervino en varias ocasiones para tapar escándalos de su hijo, utilizando su posición institucional para mitigar las consecuencias de sus acciones. "Ha perdido el sentido de su papel en el sistema", dice el nuevo libro, que describen a la Princesa como una mujer haciendo constantes equilibrios entre dar a su hijo todo lo que desea y al mismo tiempo tapar sus excesos.
El abogado de Marius, Elias Christensen, ha calificado la publicación de "producto comercial" plagado de errores y especulaciones. Si bien la editorial ha reconocido algunos errores en la acusación del joven, han anunciado que esas imprecisiones se corregirán en futuras ediciones. La Casa Real, por su parte, inmersa en la mayor crisis institucional que se recuerda de su historia, no se ha pronunciado todavía.