La princesa Mette-Marit ha reaparecido antes de lo esperado. De baja desde el 19 de septiembre, cuando la Casa Real noruega comunicó que iba a someterse a un tratamiento de rehabilitación pulmonar que pondría su agenda en pausa salvo algún acto excepcional. Se esperaba que su vuelta a la escena pública fuera el próximo 23 de octubre con motivo de la apertura del parlamento nacional, pero finalmente ha adelantado una semana el esperado momento para acudir a una misa a la catedral de Oslo.
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Lo que ha llevado a los príncipes herederos a la iglesia este jueves ha sido el histórico paso de la iglesia evangélica luterana noruega, cuyo presidente, lav Fykse Tveit, pidió perdón por "la vergüenza, gran daño y dolor" que la institución ha causado a la comunidad LGTBI.
Por fin vemos a la pareja junta, después de que la enfermedad de la Princesa le impediese acompañar al príncipe Haakon a su viaje a Estados Unidos con motivo del 200 aniversario de la inmigración noruega en el país. "Siempre es mejor viajar juntos", reconoció ante los medios, aunque se alegraba de que estuviera en proceso de rehabilitación. Durante este periodo estará a caballo entre su casa y el hospital, donde llevará a cabo un programa de rehabilitación que, según contó en TV2 el especialista en medicina interna y enfermedades pulmonares, Olav Kåre Refvem, es muy intenso.
A la mujer del príncipe Haakon se le diagnosticó fibrosis pulmonar crónica en el año 2018, un diagnóstico que este año ha avanzado. Los tratamientos, que cada vez son más frecuentes, y los duros efectos secundarios que éstos acarrean hacen que la Princesa haya reducido considerablemente su agenda oficial. "Debería haberlo hecho hace tiempo, pero ahora es el momento. Así que lo haré. Porque necesito un poco más de ayuda que antes para afrontar la vida diaria con la fibrosis pulmonar", ha admitido a los medios allí presentes tras conocerse la noticia de su parón por causas de salud. "Creo que se trata de conocer a otras personas que padecen la misma enfermedad pulmonar que yo. Y de tener un mejor control sobre cómo afrontaré mi vida diaria con esta enfermedad crónica", ha declarado.