La justicia se ha pronunciado sobre el caso Marius. Un año después de su primera detención, y tras un largo proceso de investigación, la Fiscalía ha acusado formalmente a Marius Borg Høiby. Le han imputado por un total de 32 delitos y será a mediados de enero de 2026 cuando comenzará el mediático juicio, para el que serán necesarias unas seis semanas. El hijo mayor de la princesa Mette-Marit se enfrenta a una condena de hasta diez años de prisión si finalmente es declarado culpable. Así lo ha comunicado el fiscal estatal Sturla Henriksbo durante una rueda de prensa en Oslo, en la que ha dado un dato impactante.
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Entre los delitos que le imputan al hermano mayor de Ingrid y Sverre Magnus de Noruega se encuentran cuatro violaciones a cuatro mujeres diferentes, abusos en relaciones de pareja, actos de violencia, alteración del orden público, daños y violación de una orden de alejamiento contra una exnovia, grabaciones ilegales e íntimas a mujeres, amenazas de muerte, acoso policial e infracciones de tráfico.
"Este caso es muy grave. La violación y la violencia en las relaciones cercanas son actos muy graves que pueden dejar huellas duraderas y destruir vidas, ha explicado Henriksbø. Además, ha compartido un detalle inesperado: una de las supuestas violaciones se ha producido en este último año.
Según el fiscal del Estado, las violaciones ocurrieron en diferentes momentos, en una horquilla temporal que va desde 2018 hasta noviembre de 2024. La última la fijan el pasado noviembre, es decir, tres meses después de esa primera detención que supuso un auténtico tsunami, el mayor escándalo en la historia de la monarquía de Noruega. "Es preocupante que en la decisión de acusación también haya circunstancias que se produzcan en un momento en el que debería haber tenido todos los motivos para calmarse y evitar nuevos actos delictivos", ha dicho durante la citada comparecencia ante los medios, momento en el que ha indicado que Marius ha cooperado durante el proceso.
Todas las agresiones sexuales ocurrieron supuestamente después de que Marius tuviera relaciones consentidas con las cuatro mujeres. En palabras del fiscal, presuntamente las agredió mientras dormía y grabó esos instantes, lo que ha permitido a los investigadores recabar pruebas clave en su contra. También ha indicado que uno de los casos habría ocurrido en Skaugum, residencia de los Príncipes herederos, Haakon y Mette-Marit. No vive bajo el mismo techo que su familia, pero sí en los terrenos del Palacio. Situado en el municipio de Asker, Skaugum tiene unos 1.000 metros cuadrados y está rodeada de un magnífico jardín de 150 decáreas en el que está la casa de Marius, que fue registrada por la policía para recabar pruebas en el caso.
A la espera de que comience el juicio, Marius niega las acusaciones y seguirá en libertad porque "no procede arrestarlo". La justicia del país escandinavo considera que "mientras no surjan nuevas circunstancias que lo hagan necesario, lo habitual es que una persona solo sea encarcelada tras la condena".
La reacción de la Casa Real
Tras celebrarse la comparecencia de prensa, la Casa Real se ha pronunciado en un escueto comunicado enviado a NRK: "Corresponde a los tribunales tratar este asunto y llegar a una decisión. No tenemos nada más que añadir al respecto". También Marius ha hablado mediante sus abogados. "Es una decisión de acusación muy grave. Él mismo lo cree. Ahora, como antes, cooperará prestando su declaración para esclarecer el caso lo mejor posible", ha dicho Peter Sekulic, uno de los letrados que se encargan de su defensa.