Como gran aficionada a las carreras que es, Carlota Casiraghi se ha dejado ver este sábado en la sesión de clasificación del Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco. No estaba sola sino que acudía a la vibrante prueba deportiva en la mejor compañía, la que le ofrece su hijo mayor, Raphael. Cabe recordar que el niño, de 11 años, nació fruto de la relación que mantuvo hace ya tiempo la sobrina del príncipe Alberto con el cómico francés Gad Elmaleh. Además, Carlota tiene otro pequeño, Balthazar (7), de su matrimonio ya terminado con el productor cinematográfico Dimitri Rassam.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Durante esta jornada tan primaveral en el Principado, donde lucía un sol radiante y temperaturas en torno a los 20 grados, la hija de la princesa Carolina y el recordado Stefano Casiraghi apostaba por un look casual de camiseta azul oscura y pantalón vaquero. Lo completaba con un bolso de mano beis, a juego con los zapatos. Con el pelo suelto y gafas oscuras, llevaba colgada al cuello la correspondiente acreditación que suelen llevar todas la personas que entran al 'paddock'. Todo ello dentro de este circuito urbano que es un verdadero icono del Mundial, donde el domingo se disputará la gran prueba.
Quien tampoco se ha perdido esta cita tan apasionante ha sido Alberto II de Mónaco, a quien en la imagen veíamos taparse la oreja por el tremendo y ensordecedor ruido que sale del rugido de los motores. El soberano monegasco (67 años), como su sobrina (38), también es un fijo cada año en este evento de máximo nivel. Suele ir acompañado de su esposa, la princesa Charlene y ahí, junto a los Grimaldi, ejercen como anfitriones de lujo de los mejores pilotos, las escuderías más potentes y los coches más rápidos del planeta.
Igualmente, por este trazado de vértigo que tanto gusta a los aficionados se ha pasado Alejandra de Hannover, dispuesta a disfrutar con los suyos no solo del automovilismo sino de todo el glamur que rodea a este Gran Premio de Fórmula 1. Es la octava parada de la temporada y una de las más esperadas, ya que seguro acudirán un buen número de estrellas del mundo del deporte y del espectáculo a la Riviera francesa para verla 'in situ'. Entre esas 'celebs' también están las parejas de los corredores, como es el caso de la modelo escocesa Rebecca Donaldson, novia de Carlos Sainz, que ha vuelto a deslumbrar con su sola presencia.
En el plano competitivo, el piloto madrileño de Williams saldrá en la posición número 11 de la parrilla de salida, y así lo valoraba en los micrófonos de Dazn al terminar la sesión de clasificación: "Lo tenemos que analizar, porque he pasado de estar fácilmente entre los 6-7 primeros todas las vueltas a, de repente, cuando se ha empezado a cambiar los neumáticos, ser el 10". Reconocía por tanto que "no" ha rodado "muy cómodo todo el fin de semana", ya que "me falta igual un poco de experiencia con este coche en un circuito urbano".
Mejor le han ido las cosas al asturiano Fernando Alonso con su Aston Martin, que partirá desde la 7ª posición sobre el asfalto de Montecarlo. Sobre esto, explicaba al citado medio que la prueba ha sido "muy estresante con el tráfico", aunque "siempre en Mónaco el sábado es lo más interesante del fin de semana. Sabemos que luego el domingo es un poco más aburrido". Se refería así a la incertidumbre y emoción que suelen escasear en la carrera definitiva, por la enorme dificultad que tienen los pilotos de adelantarse los unos a los otros dada la estrechez de la calzada.