Robert Irwin, de 21 años, ha crecido bajo los focos desde niño, siguiendo el legado de su padre, el legendario Steve Irwin. Aunque apenas tenía tres años cuando su padre falleció trágicamente durante una filmación, Robert ha forjado su propio camino como fotógrafo de vida silvestre, conservacionista y presentador. Ahora, su participación en la temporada 34 de Dancing with the Stars en Estados Unidos lo ha catapultado a una nueva dimensión de fama internacional. Pero nada lo preparó para la sorpresa que recibió antes de la gala: el príncipe Guillermo, que nombró embajador global del Premio Earthshot, entró a través de una videollamada para desearle suerte en el concurso.
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El fotógrafo australiano no esperaba que el futuro rey entrara en el concurso, una llamada que vino motivada porque en días anteriores Robert Irwin había lamentado el "plantón" que tuvo que dar al príncipe de Gales en la última edición de los Earthshot, los que se acaban de celebrar en Río de Janeiro, ya que seguía volcado en la producción del concurso de baile.
"¡Oh, Dios mío!", exclamó Robert Irwin con la boca abierta, antes de recomponerse y preguntar con normalidad al príncipe de Gales: "¿Qué tal Río?". El príncipe Guillermo aseguró que la entrega de premios había sido todo un éxito y que confiaba que juntos iban a "salvar al mundo".
"Te echamos de menos -le dijo Guillermo a Robert, antes de bromear-: Mientras tus pies danzantes van por ahí, te necesito aquí abajo". La llamada finalizó cuando el príncipe de Gales le pidió a su compañera de baile que lo cubriera con tanta purpurina como fuera posible". Desde luego este mensaje fue bastante inspirador, ya que el conservacionista australiano y estrella de televisión terminó con la puntuación más alta de la noche gracias a un mensaje que ha recogido la prensa de Estados Unidos, Australia y Europa, así que para Guillermo este cameo tampoco ha estado nada mal.
Robert Irwin nació el 1 de diciembre de 2003 y es hijo de Steve Irwin, el famoso "cazador de cocodrilos", ese era su apodo y el nombre del programa de televisión que le dio fama mundial. Desde pequeño, Robert estuvo involucrado en el trabajo del Australia Zoo, fundado por su familia, y siguió los pasos de su padre en la defensa de la fauna, presentado documentales y ganando reconocimiento internacional por sus impresionantes fotografías de animales y su activismo ambiental.
Su padre, Steve Irwin, una figura icónica comparada con el personaje de ficción Cocodrilo Dundee, era conocido por su entusiasmo y valentía al interactuar con animales peligrosos. El 4 de septiembre de 2006, Steve murió trágicamente a los 44 años tras ser herido por la púa de una mantarraya mientras filmaba un documental submarino en Australia. Su muerte conmocionó al mundo, pero su legado continúa vivo a través del trabajo de su esposa Terri, su hija Bindi y Robert, quienes han mantenido viva la misión de proteger la vida silvestre.