El príncipe Guillermo se encuentra en el castillo de Balmoral junto a su padre. Desde que ascendió al trono, reserva unos días a final del verano para pasarlos a solas con su heredero. Se trata de un encuentro calificado como "informal" y totalmente privado, por lo que sus conversaciones no trascienden ni están presentes miembros de sus respectivos equipos para tomar cuenta de las reuniones, según han contado fuentes de palacio al Daily Mail. Son charlas entre Rey y heredero en plena 'rentrée', pero también entre padre e hijo. Además, este año la casualidad ha querido que este pequeño retiro se produzca apenas dos semanas después del regreso a Londres del príncipe Harry y de su comentado encuentro con Carlos III.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
El martes por la tarde, el príncipe de Gales fue fotografiado llegando al aeropuerto escocés de Aberdeen a bordo de un jet privado con el que voló desde Liverpool. De allí, se trasladó a Balmoral en un Range Rover. Se cree que Kate Middleton se ha quedado en Windsor con sus tres hijos, mientras que padre e hijo se espera que permanezcan en las Highlands hasta final de septiembre.
No trascenderá su agenda, pero no hay duda que las últimas semanas los acontecimientos les han dado material más que suficiente para hablar largo y tendido. Cuesta imaginar que la situación del príncipe Harry no cope buena parte de las conversaciones. El duque de Sussex regresó cual hijo pródigo para llevar a cabo algunos actos en Londres ligados a iniciativas de las que nunca se ha desvinculado y aprovechó para mantener un encuentro privado con su padre.
La reunión con Carlos III duró unos 54 minutos y tomaron una taza de té que supo a pipa de la paz, al menos así se leyó desde fuera. El príncipe Harry salió contento de la reunión y dispuesto a volver más a menudo a Reino Unido, incluso acompañado de su familia, tal y como reveló días después desde Ucrania. Aún quedaba muchos detalles en el aire y el entorno del Rey se apresuró a descartar la posibilidad de una vuelta a la Casa Real a tiempo parcial, en línea con el espíritu de Isabel II que dejó claro en Sandringham que no era posible estar con un pie dentro y otro fuera.
Lo que está claro es que el príncipe Guillermo no está dispuesto a participar en la negociación, teniendo en cuenta que a través de su agenda jugó al perro y el gato con su hermano durante los cuatro días que estuvo en Reino Unido. Aun así, resulta inverosímil que obvie esta conversación con su padre.
Además de la cuestión del príncipe Harry, rey y heredero tienen también otros temas candentes que podrían abordar. Desde la histórica visita de Estado de Donald Trump a la situación de Sarah Ferguson, asediada tras las últimas filtraciones que demuestran su estrecha relación con Jeffrey Epstein. Aunque no pertenece a la familia real desde su divorcio del príncipe Andrés, en la esfera privada sigue siendo una persona cercana que en los últimos años había incrementado su presencia junto a los Windsor, acudiendo a citas familiares como la Navidad en Sandringham.