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¿Qué se puede esperar de la próxima boda real?

Peter Phillips continúa con la tradición: así han sido las segundas bodas en la realeza británica

En los últimos años, los Windsor han ido encontrando la forma de volver a empezar: de la trampa de la princesa Ana a la solución diplomática del rey Carlos III


Redactora senior de Realeza y Guionista
7 de agosto de 2025 - 20:55 CEST

Los Windsor han vivido amores, rupturas, escándalos y nuevos comienzos, pero hasta ahora nunca un nieto de Isabel II había pasado dos veces por el altar, así que Peter Phillips hará historia al ser el primero de su generación en casarse en segundas nupcias. El hijo de la princesa Ana, después de informar a los reyes y a los príncipes de Gales, hizo público su compromiso con Harriet Sperling con una exclusiva en HELLO!, edición de ¡HOLA! en el Reino Unido, en la que posaron enseñando el fabuloso anillo. Aunque todavía no ha trascendido la fecha, se espera que la suya sea una ceremonia privada pero muy significativa y con la presencia de numerosos miembros de la Familia Real británica. ¿Qué se puede esperar de la próxima boda real británica? Recordamos cómo han sido las segundas nupcias de los Windsor y cómo ha evolucionado en la realeza británica el arte de volver a empezar. 

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Peter Philips, hijo de la princesa Ana, se casa tras un año de relación© i5 MEDIA

¿Quién es Peter Phillips?

Peter Phillips no tiene un título real ni desempeña funciones oficiales, sin embargo, siempre ha tenido cierta autoridad familiar, en parte, porque es el hijo mayor de uno de los pesos pesados de la realeza británica, la princesa Ana, y también porque fue el primer nieto de Isabel II y el duque de Edimburgo, así que es el mayor de todos los primos de su generación, lo que le convirtió en el "hermano mayor", no solo de Zara, también de los príncipes Guillermo y Harry, y de las hermanas York, Eugenia y Beatriz. 

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Los hermanos Peter y Zara Phillips, los nietos mayores de Isabel II, junto a los duques de Sussex en el servicio religioso que se brindó en honor a Isabel II con motivo de sus 70 años en el trono en junio de 2022
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La princesa Ana con su hijo Peter Phillips en una de las competiciones que se organizan dentro de su finca
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Ya en el 2024 Harriet Sperling, la futura mujer de Peter Phillips, tenía un lugar en el palco real de Ascot junto a los reyes Carlos y Camilla

A pesar de que siempre ha interesado a la prensa y, en general, los tabloides británicos han sido amables con él, Peter Phillips como todos los Windsor ha estado en el foco y puede presumir de haber llegado a los 47 años sin haber dado grandes escándalos. Siempre ha ocupado puestos de responsabilidad, actualmente en el Banco Real de Escocia, pero también trabajó para Jaguar Racing y Williams F1 en Canadá, fue precisamente estando allí por motivos de trabajo en el año 2003 cuando conoció a la canadiense Autumn Kelly, con la que se casó en el año 2008 en la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, en una boda que fue todo un acontecimiento, ya que era el primer nieto de Isabel II que pasaba por el altar y con él la soberana marcó cómo serían las bodas de su generación. El matrimonio tuvo dos hijas, Savannah e Isla, y se divorció en el año 2021.

La hermana de Isabel II, la princesa Margarita, protagonizó el primer divorcio de la monarquía moderna

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Segundas nupcias en la casa Windsor: de la "trampa" a la solución diplomática

Desde que la princesa Margarita, la única hermana de Isabel II, decidió divorciarse de Antony Armstrong-Jones, en 1978, siendo el primer divorcio en la historia de la realeza británica moderna, mucho han cambiado las cosas en la casa Windsor. Fue precisamente la princesa Ana, la madre Peter Phillips, la que dio el paso de casarse de nuevo con el vicealmirante Timothy Laurence en 1992, ocho meses después de haber firmado el divorcio con el jinete británico Mark Phillips, el padre de sus dos hijos.

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La princesa Ana y su primer marido, Mark Phillips, en julio de 1977

Hecha la ley, hecha la trampa. En 1992 la Iglesia de Inglaterra no permitía que los divorciados pudieran contraer de nuevo un matrimonio religioso, así que la princesa Ana celebró su matrimonio en la iglesia de Crathie Kirk, al lado del Castillo de Balmoral, la residencia de la realeza británica en Escocia, ya que la Iglesia de Escocia, una rama anglicana que mantiene una estructura y gobierno independiente, sí permitía el matrimonio religioso de personas divorciadas. El tema fue comentado, ya que Isabel II, como soberana británica, era también la máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra, así que el hecho de que su única hija sorteara las normas con esta jugada fue controvertido y se interpretó como una ruptura de la tradición religiosa de la monarquía británica. 

Ocho meses después de firmar el divorcio, la princesa Ana regresó al altar, pero a uno en Escocia

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Dos imágenes de la discreta boda que celebró en Escocia la princesa Ana con su segundo y actual marido, Timothy Lawrence, en Escocia y meses después de haber firmado el divorcio con Mark Phillips

Nada de lo que ocurrió ese año fue del agrado de Isabel II

Según trascendió entonces, Isabel II no se opuso a esa boda, pero tampoco resultó de su agrado, no obstante, hay que recordar que nada de lo que ocurrió ese año fue de su agrado. En 1992 se divorció y se volvió a casa la princesa Ana, mientras que los príncipes de Gales, Carlos y Diana; y los duques de York, Andrés y Sarah, se daban "un tiempo" a golpe de escándalos, dos  matrimonios que también terminaron en divorcio. Sin olvidar los problemas que tuvieron con tras el incendio del castillo de Windsor y el creciente malestar público por los gastos de la monarquía, lo que obligó a Isabel II  dar el paso de comenzar a pagar impuestos "voluntarios" sobre sus ingresos privados, algo que hasta entonces no hacía por estar legalmente exenta.

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Las segundas nupcias de la princesa Ana fueron sobrias y discretas, y solo trascendieron tres fotografías en las que figuraban Isabel II y el duque de Edimburgo. Unas segundas nupcias que no se pueden comparar con el complejo proceso que rodeó el matrimonio del entonces príncipe Carlos con Camilla Parker Bowles: una travesía emocional que se extendió durante décadas. Aquella unión, hoy la de los actuales reyes británicos, fue inicialmente rechazada tanto dentro como fuera de la institución monárquica. Sin embargo, tras una larga campaña de imagen cuidadosamente orquestada por Mark Bolland, un estratega de comunicación adelantado a su tiempo, la percepción pública comenzó a transformarse. Camilla pasó de ser una figura controvertida a una pieza fundamental del relato, mientras el príncipe Carlos logró recuperar parte del apoyo perdido por haberse alejado del ideal romántico que se proyectaba con Diana de Gales. 

Carlos y Camilla el 28 de enero de 1999 cuando se dejaron fotografiar juntos por primera vez, un paso más en una carrera de fondo

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Para cuando Carlos y Camilla lograron casarse, en el año 2005, la Iglesia de Inglaterra ya permitía a los divorciados casarse nuevamente en una ceremonia religiosa desde el año 2002. No es un derecho automático, pero sí es una opción posible si se dan determinadas circunstancias que no son excesivamente complejas. Sin embargo, la complicación en su caso residía en que el príncipe Carlos, como heredero de la Corona británica era también el futuro gobernador supremo de la Iglesia de Inglaterra, así que la suya era una boda llena de implicaciones religiosas y simbólicas, ya que se entendía que el príncipe de Gales no podía alejarse tanto de los valores tradicionales.  

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Los reyes Carlos y Camilla saliendo del Ayuntamiento de Windsor después de haberse casado en una ceremonia civil en presencia de sus hijos y antes de poner rumbo al Castillo de Windsor, donde recibirían la bendición religiosa

Por eso, el 9 de abril de 2005, la pareja optó por una ceremonia civil en el Ayuntamiento de Windsor, Guildhall, seguida de una bendición religiosa en la Capilla de San Jorge, oficiada por el arzobispo de Canterbury. Fue una solución diplomática que permitió a Carlos y Camilla oficializar su unión sin desafiar abiertamente las normas eclesiásticas ni poner en un compromiso a Isabel II, que entonces era la máxima autoridad de la Iglesia de Inglaterra. Un verdadero ejercicio de equilibrismo repleto de imprevistos, y hasta cambios de fecha a última hora.

La boda de los reyes Carlos y Camilla fue una carrera de obstáculos

Carlos y Camilla saliendo de la Capilla de San Jorge del Castillo de Windsor después de recibir la bendición religiosa que siguió a la ceremonia civil que se había celebrado en el Ayuntamiento de Windsor, 9 de abril de 2005

Con estos antecedentes, el margen de maniobra de Peter Phillips y Harriet Sperling, ambos divorciados de cónyuges que están vivos (un detalle que con frecuencia pesa a la hora de autorizar una segunda boda religiosa) es amplio. Puede seguir los pasos de su madre, los de su tío o apostar por una nueva vía, ajustada a su figura, sobre todo porque cuenta con una baza a su favor: no es un miembro en activo de la institución. Teniendo en cuenta que su primera boda se celebró en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, es posible que quiera algo distinto para esta nueva etapa de su vida. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.