Una de las imágenes más emblemáticas de la realeza británica es la de Carlos y Diana, entonces príncipes de Gales, saliendo del ala Lindo del hospital St. Mary’s de Londres con su primer hijo en los brazos. Allí estaba, con dos días de vida ante toda la nación, el futuro rey. El príncipe Guillermo, envuelto en una manta blanca, desplazaba a todos los Windsor en la línea sucesoria y comenzaba una nueva era bajo una lluvia incesante de flashes y obturadores que se negaban a parar. Diana de Gales, con su icónico vestido de lunares verde, aguantaba la sonrisa. De esa fotografía repetida hasta el infinito durante cuatro décadas, pasamos a otra que nadie ha visto jamás: la de la boda Carole y Michael, los padres de Kate Middleton. Todo sucedió un 21 de junio, el nacimiento del príncipe Guillermo y la boda que no se ha publicado jamás. Doble celebración en el seno de la otra familia real.
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El príncipe Guillermo cumple 43 años convertido en el hombre fuerte de la monarquía británica
Este 21 de junio el príncipe Guillermo cumple 43 años y lo hace convertido en el hombre fuerte de la monarquía británica. Su padre, Carlos III, es el rey y el jefe del Estado, sin embargo, Guillermo y Kate son mucho más que presente, son futuro, continuidad y renovación. Los nuevos príncipes de Gales han desplegado una estrategia que proyecta modernidad y empatía, han trabajado en una conexión emocional con los ciudadanos, a la vez que el príncipe Guillermo se ha trasformado en un sólido hombre de Estado y en una voz autorizada y reconocida a nivel global, tanto en temas políticos como sociales o filantrópicos. Todo ello sin olvidar que, como duques de Cornualles, tienen un boyante bolsillo privado que gestionar para algún día poner en manos del príncipe George.
De forma tradicional, el príncipe Guillermo suele celebrar sus cumpleaños de forma familiar y privada. Hace ya tiempo que los príncipes de Gales han demostrado que el tiempo con sus hijos, George, Charlotte y Louis de Gales, es lo primero y ahora, que son pilares firmes de la institución y Kate acaba de superar un cáncer, se encargan de que sea así. Es posible que compartan una imagen del príncipe, bien con sus hijos o relacionada con alguna de las causas que él quiere liderar, en materia medioambiental, por ejemplo, y que desde hace tiempo son planeadamente espontáneas. En esta vida, en la vida familiar de los Gales, hay otra familia real: los Middleton.
Lejos de la monarquía, el heredero encontró refugio en la normalidad de los Middleton y con el tiempo los ha convertido en la 'otra' familia real
Basta con observar ciertos eventos públicos más distendidos, como son las carreras de caballos de Ascot, para ver la intimidad y conexión evidente que existe entre el príncipe Guillermo y sus suegros, Carole y Michael Middleton. Dos besos y una sonrisa es lo máximo que el heredero ha compartido en público con la reina Camilla o con la princesa Ana, mujeres de su familia que por edad se podrían comparar con Carole Middleton, con la que la efusividad y la cercanía es completamente distinta, genuina y solo comparable a la que Guillermo muestra en público, por ejemplo, con sus primas, Zara Tindall o las hermanas Beatriz y Eugenia de York.Con ellas, igual que con su suegra, Guillermo parece moverse con la naturalidad de quien se siente en casa. Y no es casual. Desde los años universitarios de Kate, cuando empezó a salir con el príncipe, los Middleton lo acogieron en su familia y le brindaron la normalidad que nunca tuvo. Años después, a la luz de las memorias del príncipe Harry y el eco de una infancia marcada por la ausencia de Diana de Gales, ese gesto adquiere un valor más profundo. La relación entre Guillermo y Carole Middleton tiene algo de maternal, de refugio, como si en esa familia hubiera encontrado, seis años después de la muerte de su madre, el tipo de cercanía que la vida no le brindó.
Casualidades del destino, también fue un 21 de junio, en este caso de 1980, cuando Carole y Michael Middleton celebraron una boda de la que ahora se cumple el 45º aniversario. Así que esta fecha, que siempre fue destacada, cobró un nuevo sentido cuando el príncipe Guillermo llegó a sus vidas y se transformó en una doble celebración. Curiosamente, de esta boda no ha circulado nunca ninguna imagen, a pesar de que los Middleton han sido muy escrutados. Hay que recordar que a Kate se le juzgó mucho al principio por no haber nacido en una familia aristocrática, por los esfuerzos de sus padres para brindarle una educación privilegiada o directamente por su forma de hablar, al no tener la pronunciación propia de la clase alta británica, ya que en el Reino Unido esto es casi una ciencia social que denota, además de procedencia geográfica, la clase social, la educación y hasta las aspiraciones personales.
Hasta ahora no se ha publicado una fotografía de la boda de Carole y Michael Middleton
El que no haya hasta ahora una fotografía de la boda de los Middleton habla también de lo importante que es para ellos preservar la intimidad familiar y la discreción, algo que ha sido clave también en la relación de confianza que tienen con el príncipe Guillermo, el saber que los Middleton, como clan, reman todos a una y se protegen los unos a los otros. Esto cobra especial importancia en un contexto en el que ha habido acusaciones de filtraciones interesadas entre unos y otros.
Lo que se sabe de la boda sin imágenes del matrimonio Middleton es que fue totalmente íntima y organizada por ella en Buckinghamshire el 21 de junio de 1980. Entonces ella era azafata de la British Arways y él tenía un puesto de responsabilidad como oficial de operaciones aéreas. En alguna ocasión Carole Middleton lo ha descrito como una celebración informal al aire libre con comida casera. Sin embargo, el vestido sí ha salido a la luz y de la mejor forma posible: Alizée Thevenet, la mujer de James Middleton, lo escogió para su propia boda en 2021. "Durante el confinamiento estaba hablando con Carole sobre mis opciones, y compartiendo algunas ideas con ella para buscar la inspiración, y me probé su traje de novia y me enamoré de él", contó la cuñada de la princesa de Gales con HELLO!
'Me probé su traje de novia y me enamoré de él'
"Me quedaba perfecto y era exactamente lo que quería. Siempre me preocupó que los vestidos de novia solo se pongan una vez, así que fue increíble poder darle una segunda vida a un traje tan bonito", añade Alizée en el reportaje. El estilo era, sin duda, mucho más casual que el que escogieron la Duquesa y su hermana Pippa para sus respectivos enlaces, pero encajaba mejor con la localidad Bormes-les-Mimosas, un pueblo medieval con menos de 8.000 habitantes y a 35 kilómetros de Saint Tropez, en la que contrajeron matrimonio James Middleton y su esposa. En cambio, el enlace de los duques de Cambridge se celebró por todo lo alto en la abadía de Westminster en 2011 y el de su hermana en la iglesia medieval de San Marcos, en Englefield (Inglaterra) en 2017.