,type=downsize)
Pocos elementos tienen tanto poder en el imaginario colectivo global como el balcón del Palacio de Buckingham, la mítica residencia real que es la sede oficial de la monarquía británica en Londres y pronto volverá a convertirse en el centro de todas las miradas. El rey Carlos, la reina Camila y otros miembros de la Casa Windsor estarán presentes y saludarán desde el balcón como parte de las actividades organizadas para conmemorar el 80º aniversario del Día de la Victoria en Europa, fecha que simboliza el fin de la Segunda Guerra Mundial en el continente.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Según anunció el Palacio de Buckingham el pasado 25 de abril, la Familia Real se unirá al primer ministro Keir Starmer y a veteranos de la Segunda Guerra Mundial para ser testigos de una procesión militar y un impresionante desfile aéreo el 5 de mayo. Este evento marcará el inicio de cuatro días llenos de celebraciones en honor a este importante aniversario histórico. El Palacio de Buckingham será el epicentro de los homenajes del lunes, ya que por la mañana, el Rey y la Reina, acompañados por el Primer Ministro y otros miembros de la Familia Real, se unirán a veteranos de guerra para presenciar una procesión militar y un vuelo simbólico que evocará las hazañas de aquellos años de lucha. Más tarde, abrirán las puertas del palacio para un té con los héroes que vivieron esa época, compartiendo historias y recuerdos entre generaciones. No hay que olvidar que fueros los abuelos Carlos III, Jorge VI y la reina Elizabeth, más tarde conocida como la reina madre, los que junto a sus hijas, las entonces princesas Isabel y Margarita, se convirtieron en un símbolo de la resistencia nacional negándose a abandonar el palacio incluso cuando caían las bombas.
Esta celebración supondrá un regreso que no se produce desde el último Trooping the Colour, que estuvo marcado por la tristeza de tener al jefe del Estado y a la princesa de Gales retirados por enfermedad. Asomarse al balcón del Palacio de Buckingham es un gesto lleno de simbolismo y tradición para la monarquía británica. Es desde este emblemático lugar donde los miembros de la familia real conectan directamente con el pueblo, mostrando unidad en momentos de celebración o conmemoración histórica. Este acto, visible para miles de personas reunidas en la explanada del palacio, evoca un sentimiento de continuidad y cercanía entre los soberanos y la nación, convirtiéndose en un poderoso símbolo de identidad.
El martes 6 de junio, la reina Camilla acudirá a un acto cultural al inaugurar una exposición de amapolas de cerámica en la icónica Torre de Londres, un homenaje visual que promete emocionar a quienes lo visiten. La semana culminará con eventos aún más significativos. El jueves 8 de junio, la Abadía de Westminster acogerá un solemne servicio de Acción de Gracias, reuniendo a miembros de la Familia Real y representantes de todo el país. Por la noche, las celebraciones alcanzarán su punto álgido con un concierto en Horse Guards Parade. Más allá del Reino Unido, la Familia Real extenderá su presencia a conmemoraciones internacionales. El Duque y la Duquesa de Gloucester viajarán a Dinamarca para recordar la Liberación, mientras que la Princesa Real, junto a Sir Tim Laurence, visitará las Islas del Canal para honrar la Liberación de Guernsey y Sark.