20 de diciembre de 1963, Madrid. La primera hija de los entonces Príncipes de Asturias llegaba al mundo en la clínica de Nuestra Señora de Loreto, convirtiendo a los recién casados don Juan Carlos y doña Sofía en padres primerizos. El nombre elegido fue Elena María Isabel Dominica de Silos de Borbón y Grecia, y fue bautizada con una semana de vida en la capilla de la Zarzuela, con su abuela paterna, María de las Mercedes, y el infante Alfonso de Orleans y Borbón como padrinos. Con dos años, doña Elena se convirtió en hermana mayor con el nacimiento de la infanta Cristina y cuando tenía cinco años llegó al mundo su hermano, el entonces príncipe Felipe.
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Pero el tiempo vuela y hoy sopla sus 62 velas en un momento convulso tras la publicación de las memorias de su padre, aunque con el espíritu sereno. La infanta Elena lleva una vida sencilla y ordenada: va al súper, hace deporte y atiende sus necesidades y obligaciones. También almuerza con la Reina doña Sofía una vez a la semana y no se pierde una cita con sus amigas. Le encanta pasar los fines de semana en el campo, leer, cantar, bailar —se le dan de maravilla las sevillanas y el “rock”—, el cine, el arte y las series, tejer, cuidar sus plantas, cocinar y recibir en casa a sus amigos. Se dice de ella que es una gran anfitriona, cercana y cariñosa.
La hermana mayor es la mediadora de conflictos, la que no falla a nadie y ha heredado el sentido de familia y responsabilidad de su madre la reina Sofía, quien supo desde niña que a su primera hija la llamaría Elena, como a su muñeca “Helen”.
El vínculo con su padre
Elena de Borbón ha tenido siempre una afinidad especial con su padre. A lo largo de los años han ido tejiendo una relación llena de complicidad, que no pasa desapercibida a los ojos de nadie. Además del gran afecto del padre por su hija, extensible también a sus dos hermanos, hay que resaltar la conexión especial que le une a su primogénita, una circunstancia que es recíproca.
El amor por el deporte es una característica común a ambos. Don Juan Carlos es un apasionado de la vela y el golf, entre otros deportes, mientras que la infanta Elena ha mostrado un gran interés por la equitación, siendo una destacada jinete, aunque también retomó su pasión para estar más cerca del Rey don Juan Carlos cuando viaja a Galicia.
Padre e hija comparten también su afición por la tauromaquia, así como su implicación en causas sociales: don Juan Carlos, especialmente durante su reinado, fue muy activo en el apoyo a diversas causas benéficas, mientras que la infanta Elena ha dedicado su tiempo a diversas iniciativas, especialmente relacionadas con el ámbito social y cultural, en mercadillos solidarios de la Fundación Aladina o colaboraciones con la Fundación Mapfre, donde participa activamente con su ayuda a colectivos vulnerables, vendiendo incluso dulces hechos por ella misma.
Complicidad y afinidad
Padre e hija comparten una relación muy estrecha y afín, con un carácter fuerte y espontáneo que los une. En los últimos años, la infanta Elena se ha convertido en el principal apoyo de su padre, acompañándolo en regatas y actos, mostrándole afecto y defendiendo su figura pública frente a las críticas y controversias que han rodeado al rey. Le acompaña, le protege y hace de nexo de unión familiar, como cuando reunió a todos por su 60 cumpleaños, incluido el rey Juan Carlos, que viajó a España para acompañar a su hija en una fecha tan especial.
A lo largo de los años, tanto don Juan Carlos como la infanta Elena han tenido que lidiar con situaciones familiares que han atraído la atención mediática, como la abdicación de Juan Carlos, los escándalos que han afectado a la monarquía, o la separación matrimonial de Jaime de Marichalar en 2009. Tras la publicación de las polémicas memorias 'Reconciliación', Elena de Borbón mostró su apoyo público a su padre, acudiendo a la presentación del libro en España. Y aunque no fue la única de la familia que acudió, ya que la acompañaron María Zurita y Simoneta Gómez-Acebo, sobrinas ambas del rey, sí fue la única de los hijos de don Juan Carlos.
Como hemos visto en multitud de ocasiones, la Infanta Elena busca activamente estar con su padre cuando él viaja a España, fortaleciendo la imagen de unión familiar. Elena representa un refugio y un pilar fundamental para Juan Carlos I, siendo su defensora más visible y su principal apoyo dentro y fuera de la Casa Real, que se ha acentuado desde su exilio a Abu Dabi.
Rol en la familia
A pesar de las tensiones familiares, la infanta Elena ha asumido un papel importante en la defensa de su padre, posicionándose a su lado. Don Juan Carlos se siente hoy más padre y abuelo que rey, y cuenta con el apoyo innegable de la infanta Elena, que piensa que su imagen como rey ha sido injustamente dañada y está de acuerdo con la publicación de las memorias.
La infanta Elena, que hoy sopla las 62 velas, ocupa actualmente el tercer lugar en la línea de sucesión al trono español, después de sus sobrinas la princesa Leonor y la infanta Sofía, y tiene un lugar privilegiado en el corazón de su padre.
