El Palacio Real ha recuperado su esplendor con la segunda cena de gala en un mes, y la reina Letizia con él. Si en el banquete de Estado en honor al sultán de Omán estaba radiante y sorprendió con una melena con ondas marcadas que no le habíamos visto nunca, en esta ocasión tampoco ha dejado indiferente a nadie. Imponente con la tiara Cartier que no lucía desde hace siete años, esto es lo que se ha visto de la cena de gala con el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier y su esposa, Elke Bündenbender. Ahora, ponemos la lupa en las curiosidades y los detalles que han marcado esta nueva gran noche.
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Dos parejas con una excelente sintonía
Se caen bien y eso se nota. Las sonrisas y los gestos que se cuelan en el protocolario besamanos delatan la buena relación que existe entre los Reyes y la pareja presidencial alemana. No es la primera vez que están juntos ya que Steinmeier y su mujer les devuelven ahora la visita de Estado que ellos hicieron a Alemania en 2022, cuatro años después de que el presidente visitará España con motivo del Foro hispano-alemán. Tanto en los encuentros bilaterales entre el Monarca y el jefe del Estado alemán como en los actos a los que han acudido juntas la Reina y la primera dama, ha quedado patente que existe una sintonía entre ellos. Además en esta ocasión, los primeros compases de la cena nos han dejado momentos muy distendidos entre el Rey y Elke Bündenbender y entre doña Letizia y Steinmeier, de acuerdo con la disposición de los sitios en la mesa.
Nuevas condecoraciones
Este banquete también ha servido para el que el presidente alemán y la primera dama luzcan sus nuevas condecoraciones. Felipe VI ha concedido a Frank-Walter Steinmeier el Collar de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, la más alta distinción civil para reconocer servicios extraordinarios a la Nación. A su mujer le ha otorgado la Gran Cruz de la Orden del Mérito Civil, aunque de menor rango, sirve para poner en valor servicios relevantes y extraordinarios al Estado en general.
Música de los 80, con Nino Bravo en el repertorio
La Unidad de Música de la Guardia Real ha sido la encargada de amenizar la cena con grandes obras españolas y alemanas. En el comedor de gala se pudo escuchar el segundo movimiento de la Quinta Sinfonía de Beethoven, Tanhauser de R. Wagner o Sevilla de Isaac Albéniz, así como música española de los años 80. Entre estos grandes éxitos ha sonado la mítica Noelia de Nino Bravo.
Un menú de estrella Michelín
La música es importante, pero en una cena, aunque sea al más alto nivel institucional, el menú es primordial. Para agasajar a la pareja presidencial alemana, los Reyes han recurrido a un prestigioso chef con dos estrellas Michelín como es Paco Roncero. No es la primera vez que la Casa Real recurre a él para diseñar los platos en un banquete de estas características. Ya lo hizo en 2022 para sorprender a los líderes mundiales que se reunían en Madrid con motivo de la Cumbre de la OTAN. En esta ocasión, el cocinero se ha lucido ante los Reyes y sus invitados con unos entrantes compuestos por salazones con licuado de apio, queso manchego y tomates confitados, seguido de un plato principal de lubina con beurre rouge y alcachofas. Como colofón, el postre consistió en un apetitoso cremoso de regaliz.
El impecable alemán del Rey
En los discursos se hizo hincapié en la unión y hermandad entre ambos países, los valores e intereses compartidos y el europeísmo como bandera común, pero si algo ha llamado la atención ha sido el impecable alemán en el que ha empezado a hablar. Ha sido al principio y al cierre de su intervención cuando ha hecho un guiño a sus invitados dirigiéndose a ellos en su idioma. Aunque no lo domina como el inglés, el Rey ha demostrado gran soltura. No tanta como su madre, la reina Sofía, hija de la alemana Federica de Hannover y alumna del internado germano Schloss Salem.
La felicidad de la reina Letizia
Comenzábamos hablando de una Letizia imponente con tiara Cartier en homenaje a su suegra, la reina Sofía, pero más allá de la foto fija, también hemos visto a una Reina pletórica en su segunda cita de gala del año en el Palacio Real, pero no la última, ya que en diciembre recibirán al presidente portugués Marcelo Rebelo da Sousa. Con una gran sonrisa durante el largo besamanos, se le ha visto charlar relajada con el Rey y también compartir risas con la primera dama de camino al comedor de gala y ya en la mesa con el presidente alemán, que se sentó a su lado. Pese a la institucionalidad que requiere este acto del máximo nivel, doña Letizia ha vuelto a exhibir naturalidad, confianza y una enorme alegría.
