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La princesa Leonor ha vivido un momento clave en su formación militar con su última jura de bandera a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, en Nueva York. La heredera al trono tuvo el honor de portar la bandera nacional en una emotiva ceremonia celebrada el viernes 6 de junio, en la que una destacada representación de españoles residentes en Estados Unidos reafirmó su compromiso con España. Entre los participantes se encontraban funcionarios, profesionales de la salud, del ámbito cultural y empresarial, además de la embajadora de España en EE.UU., Ángeles Moreno Bau, quien encabezó la delegación oficial.
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Esta ha sido la tercera ocasión en que la princesa de Asturias ha tenido el honor de portar la bandera en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano en un acto de estas características. Su debut tuvo lugar en marzo, cuando el emblemático barco de la Armada Española atracó en Montevideo (Uruguay), en una ceremonia que contó con la presencia de la ministra de Defensa, Margarita Robles, curiosamente, en el mismo lugar que la llevó su padre, Felipe VI, en 1987. Más adelante, reafirmó su compromiso en Cartagena de Indias (Colombia), uno de los últimos destinos antes de su llegada a Nueva York, donde ha puesto el broche de oro a su exigente formación a bordo del histórico navío.
¡HOLA! Ha podido conocer en exclusiva cómo se vivió este solemne acto, que ha marcado el cierre de la travesía de cinco meses por el océano Atlántico y el Pacífico de la princesa Leonor a bordo del histórico buque de la Armada Española.
Este evento forma parte de un programa especial organizado por la Armada Española, en colaboración con el Consulado General de España en Nueva York. Así que la planificación de cada detalle se cerró con un mes de antelación, teniendo en cuenta la altísima demanda para asistir a los tres actos principales en la ciudad de los rascacielos: el concierto en el Carnegie Hall, organizado por el Teatro Real, así como la jura de bandera y la recepción a bordo del Juan Sebastián de Elcano que tuvo lugar anoche.
La ceremonia en el Elcano: solemnidad y protocolo
El acceso al buque para participar en la jura de bandera requería de una invitación oficial gestionada por Consulado General de España en Nueva York, además de presentar un código QR personalizado e intransferible, garantizando un control estricto de la seguridad a bordo del mítico buque.
Desde primera hora de la mañana, la emoción era palpable en el muelle 88 del río Hudson, donde el emblemático barco de la Armada Española estaba atracado. La jornada comenzó con una misa, a las 10:00 de la mañana, en el Alcázar del barco, a la que fueron citados los asistentes entre las 9:30 y 9:45. Sin embargo, la princesa Leonor no participó en este servicio religioso. Aquellos invitados que solo acudían a la jura de bandera fueron convocados entre las 10:15 y las 10:30, respetando el protocolo establecido.
Uno de los aspectos más estrictos del evento fue el código de vestimenta. Los militares a bordo portaban su uniforme de gala, mientras que los civiles debían llevar traje oscuro para los caballeros y vestido o equivalente para las señoras, norma que se cumplió rigurosamente. Y, a pesar de las altas temperaturas en Nueva York, las asistentes optaron por vestidos ligeros de primavera, mientras que los hombres lucieron traje de chaqueta con corbata.
Y, para preservar la solemnidad del acto, estaba prohibida la toma de imágenes y portar móviles fuera de las zonas habilitadas. Quienes incumplieran esta regla recibían una invitación para abandonar el buque, reforzando la idea de que los presentes debían sumergirse plenamente en la experiencia sin distracciones.
El momento cumbre: el juramento de bandera
La disposición del acto se realizó con gran precisión para garantizar la seguridad y solemnidad del momento. A la hora establecida, la princesa Leonor hizo su aparición vestida con su uniforme de gala de la Armada, ocupando el lugar de honor en el buque. Su expresión era serena y respetuosa, acorde al significativo acto que se iba a celebrar en el navío español. Con firmeza, portaba la bandera nacional, que sería jurada por los asistentes, entre ellos la embajadora de España en Estados Unidos, Ángeles Moreno Bau.
Siguiendo el protocolo tradicional, los participantes, uno a uno, se acercaron para besar la enseña, reafirmando su compromiso con España y sus valores. Tras concluir la ceremonia, la princesa recogió la bandera y abandonó la cubierta con el resto de sus compañeros, poniendo fin al solemne juramento.
Acto seguido, los asistentes se dirigieron al Alcázar del barco, donde había tenido lugar la ceremonia religiosa, para poder disfrutar de un aperitivo en un ambiente distendido y poder brindar por este momento histórico.
Todo estaba preparado para que pudieran tomar un refrigerio en un enclave único, como es este histórico buque de la Armada. En mesas altas, perfectamente separadas para facilitar la movilidad entre los presentes, se podían degustar aceitunas, frutos secos y una tabla de embutidos y quesos. Todo ello acompañado de una barra con cerveza, vino y refrescos para combatir las altas temperaturas de estos días en Nueva York.
Recuerdo de la jura para los asistentes
Como recuerdo de este acontecimiento único, todos los participantes en la jura de bandera recibieron un diploma con la bandera de España, que acredita su juramento en el Juan Sebastián de Elcano. El documento, diseñado con un elegante estilo pergamino, conmemoraba este momento histórico y simbolizaba el compromiso de cada asistente con la nación.
Junto al diploma, los participantes también recibieron dos estampas religiosas, profundamente ligadas a la tradición naval del buque escuela. Una de ellas representaba a la Virgen del Carmen, patrona de la Armada Española y de los navegantes, cuya imagen preside la Capilla del Elcano. La segunda estampa correspondía a Nuestra Señora del Rosario, ‘La Galeona’, considerada protectora de la tripulación y navega con ellos durante sus largas expediciones por mares y océanos.
Estos obsequios no solo certificaban la solemnidad del acto, sino que también reforzaban el vínculo histórico y espiritual que une al Elcano con sus navegantes y con todos aquellos que han jurado bandera a bordo de su cubierta.
Este evento se suma a la cobertura que ¡HOLA! está realizando de los actos de la princesa de Asturias en Nueva York a bordo del buque escuela Juan Sebastián de Elcano, con el que termina su travesía de cinco meses a bordo. Como ya ocurrió con el concierto en el Carnegie Hall, donde pudimos conocer todos los detalles del concierto y la velada posterior, la jura de bandera de la princesa Leonor, desarrollada con gran solemnidad y simbolismo, quedará marcada como uno de los hitos más relevantes de su formación militar. Además de ser un momento único para todos aquellos españoles, afincados en Estados Unidos, que pudieron participar en ella.