Terminada la solemne y emotiva misa inaugural del Pontificado de León XVI ha llegado uno de los momentos más esperados de este histórico domingo 18 de mayo: el besamanos. El Papa nacido en Chicago ha recibido en la Basílica de San Pedro a los monarcas, jefes de Estado y representantes de las delegaciones internacionales, que han acudido al Vaticano como un gesto de respeto mutuo. Don Felipe y doña Letizia, que han encabezado la delegación española, han sido de los primeros en acercarse al pontífice, igual que el resto de monarquías católicas. Los reyes de España han podido conversar unos minutos con el Papa, los gestos han sido cercanos y con la mano en el corazón.
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La relación entre la monarquía española y el Vaticano ha sido históricamente estrecha
Con una mirada especialmente afectuosa y de reconocimiento, Felipe VI ha charlado con el nuevo Papa algunos minutos. Los Reyes han transmitido al Sumo Pontífice la felicitación y los mejores deseos en nombre del pueblo español, del Gobierno y de la Familia Real para un venturoso pontificado, y que "esperan verle pronto por España". Ese encuentro, el primero entre dos hombres de Estado, ha sido, por tanto, aprovechado por Felipe VI para extender una invitación personal para que el Papa visitara España, un viaje que el fallecido Papa Francisco tenía pendiente.
Otra anécdota llamativa es que teniendo en cuenta que el Papa tenía que atender a 156 delegaciones internacionales, los encuentros estaban organizados de forma que fueran breves, sin embargo, con don Felipe y doña Letizia ha tenido un encuentro más largo de lo previsto. Han sido 47 segundos que el rey ha aprovechado notablemente y que ha servido para reforzar los lazos que unen de forma histórica a ambas instituciones, la monarquía española y el Vaticano.
Se espera que su pontificado esté caracterizado por una fuerte presencia internacional, con viajes que refuercen el diálogo y la cercanía
La reina Letizia ha ido de blanco y con mantilla, un privilegio reservado únicamente a un grupo muy reducido de mujeres en el mundo cuando se presentan ante el Papa. A diferencia de otras reinas y primeras damas, que deben vestir de negro en el Vaticano, las reinas católicas pueden acogerse al llamado Privilège du blanc, una excepción protocolaria que les permite llevar este color en audiencias y encuentros oficiales con el Santo Padre en Roma. Una prerrogativa que no se aplica en ceremonias fúnebres.
El Papa Francisco expresó en varias ocasiones su intención de visitar Canarias, especialmente para conocer de primera mano la crisis migratoria en el archipiélago. En septiembre de 2024, mencionó su deseo de viajar a las islas, destacando la importancia de estar cerca de los gobernantes y del pueblo canario. Sin embargo, el viaje, que se esperaba para 2025, finalmente no pudo realizarse. Con la llegada de León XVI al papado, comienza una nueva era para la Iglesia Católica, en la que el pontífice podrá marcar su propia ruta y definir el rumbo de su liderazgo. Se espera que su pontificado esté caracterizado por una fuerte presencia internacional, con viajes que refuercen el diálogo interreligioso y la cercanía con los fieles. Aunque aún no hay un calendario oficial, fuentes cercanas al Vaticano indican que León XVI podría visitar Latinoamérica y África en sus primeros meses, con especial interés en países que han enfrentado crisis humanitarias