La princesa Kalina nos ha vuelto a sorprender. Apoya activamente iniciativas culturales búlgaras, trabaja para preservar el patrimonio histórico, asiste a foros internacionales y ahora acaba de sumar fuerza al poder femenino empresarial como Patrona Honoraria de los premios Mujeres Empresarias del Año 2025. Unos prestigiosos galardones que organiza Evgeni Minchev desde hace dos décadas y fueron entregados el 14 de noviembre en el Hotel Balkan Palace de Sofía para rendir homenaje a profesionales excepcionales.
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Asistieron destacadas personalidades del mundo empresarial, representantes políticos y artistas búlgaros de renombre como Mimi Nikolova, ganadora del Orfeo de Oro, Stefan Mitrovy, Sandra Alexandrova y Bogdana Karadocheva… Se llevó el título de Empresaria del Año Adriana Vasileva, y recibieron premios en diversas categorías, Zornitsa Stoycheva, Yulia Castelli, Plamena Dincheva y Petya Krasteva…
Y de forma inesperada Kalina fue la otra homenajeada. Había acudido a apoyar a otras mujeres y se encontró con una impresionante ovación que se tradujo en agradecimiento por el amor y el compromiso que muestra con Bulgaria.
Tejido imperial
Desde su boda, en 2002, nos hemos acostumbrado a verla defendiendo con sus estilismos las tradiciones y costumbres del país y llevando los colores de la bandera a sus turbantes y ropa, aunque en esta importante ocasión marcó por un día la diferencia honrando la historia textil de China, el país donde el príncipe Simeón perfecciona su kung-fu en el Monasterio de Shaolin, "el primer templo bajo el cielo". Es el nuevo discípulo (así se llama a los alumnos) y entrenará con los mejores maestros del mundo para convertirse en uno de ellos.
La princesa acudió al acto con una falda descrita como propia de una emperatriz china. Se realizó con la réplica del tejido que era de uso exclusivo para la familia imperial de las eras Yuan, Ming y Qing: el brocado yunjin de Nanjing, que incorpora materiales como la seda morera, hilo de oro y plumas de pavo real y figura entre las artesanías más finas del mundo. Ninguna máquina puede replicar este proceso. Es un "tesoro oriental", que elabora el Instituto de Investigación Yunjin de Nanjing y el Museo del Brocado de Nubes para museos, trabajos de investigación, ceremonias de Estado y esfuerzos de preservación cultural.
Con más de 1.600 años de historia, la artesanía del brocado yunjin o “Brocado de Nube” está incluida en la Lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, organización de las Naciones Unidas de la que Kitín es Embajador de Buena Voluntad desde 1996.
El baile del dragón dorado y el fénix
La falda, estilo "Nü" (periodo Wanli- dinastía Ming) se abre como un abanico y presenta un formidable dragón dorado con cinco garras enroscado sobre un peñasco y a los fénix que lo saludan bailando en una escena auspiciosa que anuncia prosperidad y paz. Adornan también el diseño, flores que simbolizan la alegría perpetua y la buena fortuna; motivos imperiales; un patrón de acantilados fluviales y olas oceánicas, que representan las bendiciones del monte Fu y el mar de la longevidad, que significa estabilidad duradera del reino. Toda la ornamentación encarnando el principio de que "cada diseño tiene una intención y cada intención trae buena suerte"… Y no deja de ser un resumen de lo que Kalina y su marido, Kitín Muñoz desean a su hijo en esta nueva etapa de su vida.
Simeón aterrizó en el aeropuerto de Luoyang el 12 de noviembre, de momento y no hay fecha de vuelta. Vive cerca del pueblo de Dengfeng, provincia de Henan, en el impresionante complejo -58.000 metros cuadrados- del Monasterio Shaolin, un centro.sagrado en la Montaña Songshan.
Filosofía de vida
El Templo, construido en el año 495, es el lugar de culto budista más conocido en Occidente. Ha trascendido fronteras gracias a la literatura y al cine -la película El templo Shaolin, protagonizada por Jet Li, fue vista por millones de personas en todo el mundo- y, por supuesto, a la práctica de kung-fu que está ligada a lugares como el Salón de los Mil Budas, ha sobrevivido a todo y se ha convertido en filosofía de vida. Respeto, sacrificio, perseverancia, compasión, autocontrol, autosuperación, fortaleza mental y espiritual…
Las primeras lecciones las recibió en casa, pero ahora toca abrirse a un mundo distinto en el que nada puede dañar su cuerpo ni su mente, mientras Kalina y Kitín continúan con su vida en su casa de Vitosha, Boyana, Sofía, donde se instalaron en 2021. El científico y navegante, que se ha dedicado a su familia, a la escritura, la investigación, realización de documentales y a defender el patrimonio mientras su hijo se hacía mayor, se está preparando para un nuevo desafío en el mar. Y Kalina continúa colaborando con Explorers Club de Nueva York en un trabajo sobre los bosques de Bulgaria. Asimismo, completa un estudio sobre su bisabuelo, el Rey Ferdinand, que era ornitólogo, entomólogo y botánico, y creó los jardines privados más grandes e importantes de su época en Europa.
Es otra etapa. Se han quedado solos y ya lo echan de menos, pero como nos dijo el navegante hace algunos meses: “Cumplió 18 años en marzo y está en edad de explorar el mundo. Toca conocer otras formas de pensar, de sentir y hasta de rezar. A la juventud nada la frena: ni los vientos contrarios, ni las corrientes de la tormenta”.