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La vida se abre paso incluso cuando todo se ha derrumbado y parece imposible que el mundo siga girando. Así lo demuestra Josefa von Hohenzollern (51), quien acaba de dar la bienvenida a su bebé un mes después de la repentina muerte de su marido, el príncipe alemán Harald von Hohenzollern. Ha sido la propia aristócrata y política quien ha anunciado que el 31 de julio nació su hijo, con el que ha vuelto a sonreír: "Nuestro hijo ha venido al mundo. Estamos muy felices, agradecidos y sencillamente abrumados por este pequeño rayo de sol. Una personita tan pequeña es ya la mayor luz de mi vida. Estamos bien. Bienvenido, pequeño Leopold".
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La alcaldesa de la ciudad de Leonberg, en Baden-Württemberg, ha posado con su bebé en brazos y rodeada del equipo médico que la ha atendido el hospital. Personal al que ha dedicado unas palabras de agradecimiento eterno: "Mirar atrás. Maravillarse. Agradecer. Los últimos días han sido intensos, emotivos y llenos de cercanía. He podido experimentar lo que significa ser atendida como madre en el hospital de Leonberg:con la máxima profesionalidad, con profundo respeto, con corazón. Mi más sincero agradecimiento a todo el equipo, a los médicos, las comadronas y el personal de enfermería, por su experiencia, su tranquilidad y su increíble humanidad".
La princesa Josefa ha avanzado que en los próximos meses estará completamente volcada en la maternidad y, por lo tanto, pone en pausa su carrera política, aunque seguirá muy pendiente desde un segundo plano. "En los próximos días me concentraré por completo en Leopold. Pero la vida, la ciudad y las responsabilidades no se detienen, por lo que hemos planificado conscientemente: mi equipo publicará la próxima semana artículos sobre la asistencia sanitaria en Leonberg y sus alrededores, que hemos preparado juntos. Estoy presente, con la mirada de una madre, el corazón de una ciudadana y la responsabilidad de una candidata", ha explicado.
Para Josefa von Hohenzollern, ha sido muy importante el apoyo que ha recibido de los ciudadanos después de la tragedia a la que ha tenido que hacer frente en un momento clave. El pasado mes de junio, su marido murió por un paro cardíaco fulminante en Windhoek (Namibia), donde desarrollaba su actividad empresarial en el sector de los diamantes. Llevaban nueve meses casados y contaban los días para cumplir su sueño de formar juntos una familia. Ahora el recuerdo de Harald von Hohenzollern la acompaña cada día y le da fuerzas para seguir adelante con su recién nacido.
Josefa se convirtió en princesa a raíz de su matrimonio y es conocida por su carrera en la administración pública y la política local en Baviera y Baden-Württemberg, donde ha sido alcaldesa y concejala por la Unión Social Cristiana y, posteriormente, por el partido liberal FDP. También ha trabajado como funcionaria en la Oficina Federal de Migración y Refugiados y como inspectora de Policía. Está licenciada en Derecho, Ciencias Políticas y Periodismo, además de ser docente universitaria en administración pública. En Alemania, su país natal, es conocida como la alcaldesa cantante por su afición a la música y su participación en eventos culturales.