Extraescolares y extensos horarios, la exposición a pantallas o, simplemente, el temperamento hacen que, a veces, los niños estén más nerviosos o que tengan problemas para conciliar el sueño por la noche y para concentrarse y prestar atención en clase. Y no suele ser fácil gestionar todo eso como padres, pero hay algunas opciones que pueden ser de gran ayuda, como el yoga infantil o los juegos de respiración.
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“Son herramientas sencillas y eficaces para que los niños reduzcan el nerviosismo, mejoren su concentración y encuentren calma en medio de agendas muy cargadas”, asegura Roberto San Antonio-Abad, presidente de Cofenat (Asociación Nacional de Profesionales y Autónomos de las Terapias Naturales). “Además de favorecer la atención y el aprendizaje, estas prácticas disminuyen discusiones y conflictos, aumentan la seguridad y ayudan a manejar mejor la ansiedad incluso en la adolescencia”.
Estas prácticas disminuyen discusiones y conflictos, aumentan la seguridad y ayudan a manejar mejor la ansiedad incluso en la adolescencia
¿Cómo practicar yoga con los niños?
El yoga infantil no requiere de las posturas tan complejas (al menos para quienes no lo han practicado nunca) del adulto, sino que se basa en juegos que estimulan la imaginación, como imitar a un árbol, un perro o un guerrero, tal y como indica Roberto San Antonio-Abad.
Y lo mismo ocurre con los ejercicios de respiración (más fácil de llevar a cabo en casa, incluso con aquellos padres que no tienen conocimientos sobre yoga o que nunca lo han practicado): “también se presentan como juegos, por ejemplo el del globo, que consiste en inflar la tripa al inspirar y vaciarla al soltar el aire”, añade.
Convertir el yoga en un hábito, un regalo para los niños
Por este motivo, pueden empezar a practicarlo desde edades muy tempranas, ya que los niños “lo viven como un juego y aprenden sin esfuerzo a respirar mejor y relajarse”. De ahí que el presidente de Cofenat recomiende integrar el yoga o estos juegos de respiración en la rutina diaria de nuestros hijos, “porque con tan solo cinco minutos se consigue un espacio de calma sin pantallas, que fortalece los vínculos familiares y ayuda a los niños a afrontar el día con más serenidad”.
¿Cuándo es el mejor momento para hacer ejercicios de respiración con los niños?
A veces, lo complicado es lograr introducir un hábito nuevo en las largas jornadas con un sinfín de actividades y tareas por hacer de pequeños y mayores. Dentro de ese no parar constante en muchas familias, un momento ideal para introducir juegos de respiración en la rutina de los niños es justo antes de comenzar la jornada escolar, puesto que les ayudaría a entrar más tranquilos a clase, según San Antonio-Abad.
Los niños lo viven como un juego y aprenden sin esfuerzo a respirar mejor y relajarse
No es tarea sencilla, puesto que lo más habitual es que a esas horas suelen primar las prisas, pero unos pocos minutos bastarían. De hecho, el colegio Ramiro Soláns, en Zaragoza, introdujo en sus clases en 2015 unos pequeños instantes de meditación antes de que los profesores impartieran su materia y el resultado fue que, incluso los niños más inquietos, iniciaban su jornada más calmados. Años después, el centro ha recibido el Premio a la Excelencia de la Fundación Princesa de Girona 2024, en parte, dicen desde Cofenat, gracias a estas iniciativas.
Además, en las aulas, algunos profesores incluyen juegos de atención plena: escuchar los sonidos en silencio, saborear una fruta como si fuera algo nuevo o describir lo que evoca una canción con los ojos cerrados. “Son juegos, no lecciones. Y por eso funcionan”.
Otro momento muy adecuado es antes de ir a dormir, así como “en transiciones cotidianas (de camino al colegio, en el coche o al volver a casa), acompañados de música tranquila o pequeños gestos de relajación”.