Entre las décadas de los 80 y 90 del pasado siglo fueron muchas las mujeres de la alta sociedad neoyorquina que se convirtieron en verdaderos iconos de estilo. Las nuevas generaciones quizá no puedan reconocer a figuras tan relevantes en la moda como Nan Kempner, pero es posible que sepan apreciar su buen gusto y su legado estético, uno que puede inspirar a invitadas y madrinas actuales. La socialite, natural de San Francisco, nació en 1930 y falleció en 2005. Se cumplen 90 años de su llegada al mundo y 20 de su muerte. Descubrimos algunos de los mejores looks de una celebridad que fue no solo filántropa, también una editora invitada en las ediciones norteamericanas de Vogue y Harper's Bazaar, representante de la casa de subastas Christie's, consultora de Tiffany & Co y coleccionista de grandes piezas de alta costura.
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Lugar: En la inauguración de la exposición de arte de Jamie Wyeth, en la Galería Coe Kerr de Nueva York.
El look: La socialite sabía que hay fórmulas de estilo que siempre funcionan. Sean cuales sean los colores, una gran blusa ancha con mangas voluminosas, si se compagina con una parte de abajo a contraste, resulta muy favorecedora y es capaz de estilizar la silueta. Es una apuesta atemporal que pueden escoger las invitadas maduras que busquen un resultado sofisticado.
Lugar: En el Hotel The Pierre, de Nueva York, con motivo del cuarto aniversario mensual de boda de Barbara Walters.
El look: Cuando una boda se celebra por la tarde, siempre es apropiado escoger un vestido largo o, en su defecto, de inspiración nocturna, bastante más arreglado que uno pensado para un enlace de mañana. Aunque este evento era una celebración de aniversario, nuestra protagonista no defraudó con un diseño vaporoso, de inspiración flamenca, por su estampado rojo con lunares blancos. Destaca su escote asimétrico con lazada al hombro y chal en movimiento. También es curioso como, a la hora de escoger sus bolsos de mano, siempre recurría a diseños a los que les sumaba una borla con flecos, detalle que se repite mucho en sus looks.
El look: Los vestidos drapeados que tan bien exploraron Madeleine Vionnet y Madame Grès en sus creaciones eran, del mismo modo, una constante en el armario de Nan Kempner. En este caso vemos como el contraste del verde y el azul convierte este diseño, de silueta columna, escote palabra de honor y capa, en una propuesta mucho más interesante.
Lugar: En la apertura de la tienda de Galerías Lafayette en las torres Trump, en Nueva York.
El look: Con la interiorista Chessy Rayner, en esta imagen, la vemos vestida de marrón (a la derecha). El tono del lujo silencioso protagonizaba un estilismo sencillo, de silueta recta, sin mangas y con hombreras, al que añadió una suerte de torera con puños de pelo y joyas XL.
Lugar: En una cena gala con entrega de premios, en el Waldorf Astoria de Nueva York.
El look: Los looks tricolor eran una constante en las elecciones de estilo que hacía para celebraciones destacadas. El azul de la camisa, el negro de la falda y su fajín amarillo funcionan a la perfección en este favorecedor y alegre look.
Lugar: En una gala, en el Waldorf Astoria de Nueva York.
El look: Por aquel entonces tenía 57 años y decidió arriesgarse con un look con transparencias, mezcla de texturas y decenas de detalles. El diseño destacaba por su tejido negro semitransparente con flores de pedrería. Esta tela formaba volantes en la falda, sobre un vestido base compuesto por un cuerpo en negro y una falda morada. Una opción muy chic para cualquier enlace de tarde.
Lugar: En la afterparty del estreno del musical Hair en Broadway, en el Edificio UN de Nueva York.
El look: Junto al diseñador de joyas Kenneth Lane, Nan Kempner posa para las cámaras allí congregadas con un look que podría haberse inspirado en la moda flamenca, con cuerpo ajustado en negro con lunares blancos, escote cuadrado y unas maximangas de volantes en color blanco. Un posible look no apto para invitadas discretas.
Lugar: En la presentación de la exposición From Queen to Empress: Victorian Dress 1837-1888, en el Museo Metropolitano de Arte.
El look: Frente a la cámara, de la mano de la filántropa Lynn Wyatt, con un vestido azul marino de tejido satinado y líneas clásicas. Un look que repite su acompañante, en otros tonos. En la cintura, un detalle joya: en el caso de Nan Kempner un broche al lateral; en lo referente a su amiga, un cinturón dorado.
Lugar: En un evento en Lincoln Center, en Nueva York.
El look: Un favorecedor vestido rojo siempre ofrece cientos de posibilidades. Nuestra protagonista dio con uno que realzaba su figura, de silueta ajustada, largo al tobillo, escote asimétrico y con mangas largas y cinturón, que no dejó a nadie indiferente. Para romper con este tono, su clutch y sus zapatos eran amarillos.
El look: Tras revisitar varios de los estilismos de esta editora invitada en medios y consultora de moda, es posible reconocer un patrón: los fajines a todo color son un elemento que abunda en muchas de sus elecciones más acertadas. Sobre estas líneas, en un sobrio negro, llama la atención su fajín en rosa, morado y verde.
Lugar: En la gala del 150 aniversario de Tiffany & Co.
El look: Antes y ahora, los vestidos de invitada satinados siempre fueron un gran acierto. Temporada tras temporada se renuevan, pero el fondo sigue siendo el mismo: un minimalismo de lo más estiloso que, como en el estilismo de nuestra protagonista, únicamente destaca por unas mangas ablusadas y un escote delicado. Ante la duda, siempre sí a un diseño de este tipo.
Lugar: En la inauguración de la exposición en honor a Gianni Versace en el MET de Nueva York.
El look: El rojo y el morado se encuentran en dos tejidos bastante diferentes que producen un bonito contraste. En este estilismo, que podríamos ver a cualquier madrina de otoño o invierno, el vestido largo de terciopelo incorpora un cinturón en forma de cadena, para darle un toque más glamuroso. Los maxipendientes ponen la nota festiva al resultado.
Fecha: En 1990, en la primera imagen y el 24 de abril de 2001, en la segunda.
Lugar: en un evento en Nueva York y en la gala anual del MET, aquel año dedicada a Jacqueline Kennedy.
El look: En la imagen de la izquierda, en la que posa con Jerry Zipkin, se deja ver con un vestido plisado celeste, de escote de pico y tirante fino y ajuste a la cintura, que combina con un chal chocolate. En la segunda ocasión repite la misma pieza, con el mismo chal y cambiando las joyas, con un gran broche, en forma de lazo, al centro.
Lugar: En una fiesta del Metropolitan Museum, junto a Valentino Garavani.
El look: La socialite era una gran amante de las asimetrías, un recurso habitual en sus vestidos. En esta ocasión recurre a u diseño en rosa con diferentes estampados y un hombro al descubierto, que bien podríamos ver a cualquier invitada actual.
Lugar: En una exposición de Cartier en Nueva York.
El look: El invierno tiene sus propios códigos estéticos y el terciopelo es uno de los tejidos más apreciados. En conjuntos de aire exótico, con bordados y elementos preciosistas se convierte en una opción perfecta para hermanas de la novia o incluso madrinas, en las bodas de los meses más fríos del año.
El look: En ocasiones una chaqueta puede hacer mucho más que un maravilloso vestido a medida. Nan Kempner lo tenía claro y por eso en propuestas como este look vestía la chaqueta como una pieza única, sin prendas interiores, presumiendo de escote y de botones joya y con el cabello retirado del cuello.
Lugar: En una gala solidaria en el neoyorquino Hotel Plaza.
El look: Aunque su vestido morado con fruncido central, mangas largas, escote pronunciado y hombreras es un básico de fondo de armario al que sacar un gran partido, lo cierto es que la pieza que capta todas las miradas en este resultado es su collar de geodas (que parecen compuestas por ágatas o amatistas) y que presenta un gran tamaño.